No es la primera vez que Kimi Raikkonen completa una remontada desde el último lugar hasta el podio. La fragilidad de su McLaren le obligó a gestas así en demasiadas ocasiones la pasada temporada. Nadie sabe lo que podría haber logrado ayer si su coche no se hubiera desintegrado en la calificación y hubiera salido entre los cuatro primeros con una estrategia lógica a dos paradas. No hay prisa, quedan 17 carreras para comprobarlo porque McLaren y el finés están en la lucha.