La espectacularidad del automovilismo tocó de lleno este fin de semana a las carreteras de la región. El Rally Norte de Extremadura volvió a brindar una oportunidad única para que los seguidores del motor invadieran los tramos de esta ya clásica competición.

Cada año, el estruendo de los potentes tubos de escape, el chirriar de las ruedas en las curvas y el inconfundible olor a motores incandescentes no faltaron. Tampoco se ausentó la afición. Los seguidores disfrutaron en las cunetas con el continuo paso de los participantes. Desde las 16.00 horas hasta cerca de las 4.00 de la madrugada del domingo la competición no paró salvo en un pequeño respiro entre la primera y la segunda sesión.

Participantes de la Comunidad de Madrid, Castilla-León, Castilla La Mancha y por su puesto de Extremadura se dieron cita en la decimonovena edición. Pero a pesar de la diversidad de los pilotos, el triunfo se quedó en casa. Literalmente en casa. Ya que fue la pareja placentina Rovira-Morcillo la que se coronó en lo más alto del cajón. Su Renault Clio fue el más rápido por los sinuosos asfaltos de la región. El dueto Tomé-González fue el que metió más presión a los de la Escudería Plasencia, mientras que en tercera posición estuvieron Delgado y Díaz, de Jerez de los Caballeros. Fueron ellos los que vencieron en la clase N2.

Los mejores

En las distintas categorías los ganadores fueron los siguientes: Gracia-Garrido (N3), Sánchez-García (N4), Boza-Calderón (A6), Díaz-Martínez (A7 y Grupo A), Carrochano-Sanz (RN11 y RN), Rovira-Morcillo (RA12 y RA), Delgado-Díaz (Grupo N).

La primera sesión se inició en medio de un sol radiante y transcurrió por las subidas del Puerto de Honduras. Hervás y Cabezabellosa, además de espectáculo automovilístico, aportaron unas vistas espectaculares. Con un pequeño descanso, la segunda sesión se inició conforme a la marcha de la luz diurna. Los faros de los coches iluminaban las carreteras del Puerto de Rabanillo, Piornal y Valdastillas. La competición se cerró en torno a las 4.00 de la mañana.