Raúl García está negociando su salida del Extremadura. El jugador sevillano tiene encima de su mesa más de una oferta para incorporarse a la disciplina de algún equipo inmerso en puestos de liguilla de ascenso a Segunda A y quiere desvincularse del club almendralejense. Está dispuesto a perdonar parte de lo que se le adeuda y cambiar de grupo para apurar la temporada en Segunda B. Su intención es cerrar de la mejor manera posible su controvertida etapa en Almendralejo, aunque no sólo depende de él. La negociación con el consejo azulgrana es clara. El jugador, que cumple contrato pero tiene en el mismo una opción de ampliación que ha de tener vigencia en este mismo mes de mayo, se quiere ir. El Lorca le ha comunicado que está interesado en incorporarlo inmediatamente y a la pugna se pueden sumar otros equipos, entre ellos el Castellón. La cúpula directiva tiene la palabra.

Raúl García, que fue apartado del equipo, sancionado parece que por no coger un teléfono móvil e invitado a dejar la disciplina del club en alguna fase de la temporada, vio luego como se le ofrecía una renovación. Ahora aspira a salir de la mejor manera posible de la entidad perdonando incluso alguna cifra.