"Hoy en un día muy duro y muy difícil para mi, en toda mi carrera. Amo el fútbol por casi todas las cosas y ser futbolista del Real Madrid es el mayor sueño que puedo imaginar. Me siento jugador y quiero seguir sintiéndome jugador el tiempo que pueda y que mi cuerpo me lo permita", dijo un emocionado Raúl, en el momento de su despedida. El adiós de Raúl González del Real Madrid, tras dieciocho años en la entidad, de los que dieciséis han sido en la primera plantilla, ha tenido lugar en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu, acompañado por el presidente del club, Florentino Pérez, y con cientos de aficionados en las gradas. "Durante estos años he buscado siempre para este club lo máximo, porque siempre he querido ser fiel a los valores que aquí aprendí desde niño. Hoy mas que nunca quiero que todos sepan que en cada jugada, en cada regate, en cada carrera, en cada desmarque, en cada tiro y en cada gesto en el terreno de juego intente siempre entregar lo mejor de mi mismo", apuntó un Raúl vestido con chaqueta azul, camisa blanca, pantalón gris, sin corbata y recibido con aplausos. En el acto Raúl estuvo rodeado por los dieciséis trofeos oficiales conquistados en su etapa como jugador del primer equipo del Real Madrid, e inició con un vídeo que repasaba su trayectoria en el club.Raúl, que hizo uso de unas líneas escritas en un par de folios ("para no olvidarme de nadie, ni de nada"), se mostró muy emocionado en varias fases de una alocución que se vio interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de los aficionados presentes en las gradas. "En mi cabeza no ha existido nunca la palabra rendición, porque eso es para mi el Real Madrid. Hoy es un día de sensaciones muy intensas de sentimientos poderoso. Y donde no puede faltar mi gratitud y mi agradecimientos", dijo. En el capítulo de agradecimientos, Raúl no citó más nombres que los de su "descubridor" Jorge Valdano, que como entrenador le hizo debutar con 17 años en Primera división ("...para algunos era la locura de un poeta del fútbol"), a Florentino Pérez y a Alfredo Di Stéfano ("....mi cariño, animo y admiración profunda a nuestro maestro").Pero sí se dio las gracias a "presidentes y directivos, a compañeros, trabajadores del club, entrenadores y técnicos, rivales, prensa": "Y mi gente, que saben quienes son, y mi familia, que sin ellos nada tendría sentido"."El fútbol ha sido y es mi vida. El Real Madrid ha sido mi casa y en ella viví emociones únicas. Hoy empieza el primer día de mi nuevo tiempo, donde intentare algo ya complejo y difícil como ser tan inmensamente feliz como lo he sido en el Real Madrid", comentó. Las últimas palabras de Raúl fueron para reafirmar "con mas fuerza mi compromiso con este club y mi lealtad a sus valores" y para afirmar que siempre estará "dispuesto para lo que me necesite". "Gracias desde mi corazón de futbolista y ¡hala Madrid!", concluyó Raúl. Con anterioridad, Florentino Pérez no había dudado en calificar a Raúl como "nuestro capitán": "Es el capitán del Real Madrid, pero también es el dueño de su destino. El ha decidido concluir aquí como jugador de nuestro equipo, pero todos sabemos que no hablamos de ningún adiós, sino de un hasta luego, Y quiero recordar que así pasó con nuestro presidente de honor Alfredo Di Stefano, una institución de este club"."Querido Raúl, allá donde estés, juegues donde juegues, la camiseta del Real Madrid es y será siempre tu camiseta, su escudo es y será siempre tu escudo, su afición es y será siempre tu afición, y este estadio Santiago Bernabéu ha sido, es y seguirá siendo siempre tu casa". añadió el presidente madridista. Florentino Pérez, entre otras cosas, a lo largo de su discurso definió a Raúl como "una de las leyendas" del Real Madrid, como uno de sus "pocos elegidos como máximos símbolos", no dudando en apuntar que "posé el don indiscutible y el talento de responder al código sagrado de los principios importantes del club"."Raúl responde perfectamente dentro y fuera del terreno de juego a todos los valores que impregnan al madridismo. Es el capitán del Real Madrid", añadió. Finalmente el presidente madridista despidió a Raúl dándole las gracias "por estos años de pasión por tu Real Madrid": "No te vamos a olvidar, entre otras cosas porque no queremos olvidarte". Tras el acto, Raúl saltó al terreno de juego para recibir el aplauso y el cariño de los aficionados y firmar autógrafos. Algo que le hizo aflorar lágrimas en sus ojos.