Llevan razón los jugadores azulgranas. Eso me parece que a estas alturas no lo discute nadie, incluídos los miembros sin soluciones del consejo o los que van quedando en él, mientras alguno esconde su dejación detrás de asociaciones de vecinos y peñas. Pero lo que me preocupa es la ubicación en el tiempo de la denuncia. Es lícito el párrafo del escrito en el que se justifica no haberlo hecho antes para salvaguardar lo deportivo. Y no al revés, justificando hecatombes. Esto es, que alguien estuviese frenando desde dentro la bomba y ahora se haya convertido en especial animador para esconder un morrocotudo fracaso deportivo, al que no se le ven precedentes. Ahora se hablará, para bien o para mal, de deudas, posturas y reivindicaciones. Lógico. La estadística y el lamentable balance, curiosamente tras el 0-4 en Córdoba y sus efectos, pasan a segundo plano. Curioso.

*Periodista.