El Real Madrid se acerca a semifinales de la ACB tras conseguir una victoria mucho más fácil de lo esperada ante un DKV Joventut (79-62) al que se le fundieron los plomos cuando, en el inicio del segundo cuarto, se lesionó su estandarte, Ricky Rubio.

El Joventut salió bien, suelto, fácil, directo, incisivo. El 0-4 en el primer minuto pareció un serio aviso de sus intenciones, pero fue flor de un instante. En cuanto el Real Madrid ajustó su defensa y los verdinegros no encontraron un pasillo con alfombra, dejaron de ser peligrosos.

La clave, no obstante, fue la lesión de Ricky Rubio en los primeros minutos del segundo cuarto y no porque el gran base de la Penya estuviera haciendo un partido excepcional, sino al contrario. Ricky se marchó al vestuario y dio la sensación de que más de la mitad de su equipo con él. El Joventut fue cada a menos.