El Real Madrid protagoniza el momento de mayor irregularidad de la ‘era Zidane’, la segunda ocasión que encadena dos derrotas consecutivas (ante Girona y Tottenham), por claves en la pérdida de fútbol como la ausencia de pegada y de trabajo defensivo unido del bloque, las lesiones o la falta de confianza en los nuevos integrantes de la segunda unidad.

Los propios jugadores han admitido públicamente errores de concentración y exceso de confianza. En Wembley corrió 11,7 kilómetros menos que el Tottenham, perdió todos los duelos individuales en balones divididos, faltó intensidad en un partido en el que tan solo cometió seis faltas pese a ser superado en muchas fases del encuentro.

La perdida de pegada: la representa por encima de todos Cristiano Ronaldo, máximo goleador en ‘Champions’ pero con una sola diana en Liga, el registro que no mejora Benzema con dos tantos en su campaña, un dato que se aleja a los números deseados por un 9 del Real Madrid. A estas alturas de temporada el equipo de Zidane lleva 36 goles en 18 partidos disputados. El pasado curso a estas alturas había marcado veinte más.

Además, la pasada temporada las rotaciones de Zidane fueron la clave del éxito. Ahora, el rejuvenecimiento de la plantilla provoca que la realidad sea muy distinta con los suplentes.