El domingo a las doce de la mañana y con las cámaras de Canal Extremadura como testigo, rinde visita al Municipal Romano de Mérida el Real Madrid Castilla con una tremenda carta de presentación.

El filial blanco, dirigido desde el banquillo por Julen Lopetegui, es líder en solitario del grupo con 21 puntos, 26 goles a favor (más que el segundo y tercer clasificado juntos) y 9 en contra (en ese dato el Mérida es mejor pues ha recibido un gol menos), todavía no sabe lo que es perder fuera del Alfredo Di Stéfano (tres victorias y un empate), llega de golear 5-1 y 4-0 al Universidad LPGC y Fuerteventura respectivamente, y tiene en sus filas a los dos máximos realiadores de la categoría, Bueno y Szalai, con siete dianas cada uno. Es decir, el Mérida se enfrenta al mejor equipo en el momento en el que se han suscitado más dudas tras la derrota en Alcorcón.

POCA POLVORA Las dudas giran principalmente con respecto a la capacidad ofensiva del conjunto de Goran Milojevic. Con seis goles en su haber, el Mérida solamente es mejor que el Lanzarote (que marcha en el decimoquinto puesto de la tabla) y que el colista Pájara Playas. Así pues, en el seno romano se confía en que prospere el recurso por Sabino y que por fin llegue la documentación necesaria para que el uruguayo Magallanes esté disponible.

Lo cierto es que cuando Milojevic pueda contar con toda la plantilla, seguro que el Mérida va a tener un carácter más ofensivo. Desaparecerán los cinco defensas, Xavi Moro y Chus Bravo estarán llamados a llevar la manija, y el propio técnico tendrá el bendito problema de elegir entre Ismael, Jandro, Gaspar, Víctor Bravo y Raúl Martín para las medias puntas, y entre Machicado, Sabino y Magallanes para la delantera. Lo malo es que Milojevic necesita tiempo para tenerlos a todos y el Castilla no espera.