El Real Murcia, que hasta medianoche corre el riesgo de ser descendido a Segunda División B por sus problemas económicos y por las dudas que existen en torno a que sea capaz de cumplir el ratio que exige la Liga Fútbol Profesional (LFP), ha informado que ayer finiquitó las deudas que tenía con futbolistas a julio de este mismo año.

La entidad grana, a través de un comunicado, ha señalado que ha abonado el total del importe reclamado en comisión mixta que forman la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la LFP, saldando y finiquitando las deudas con jugadores en los periodos de diciembre de 2013 y enero y julio de 2014, las cuales estaban pendientes de ser pagadas.

El principal problema para el club que preside y del que es dueño Jesús Samper, no obstante, radica en la negativa de Hacienda a aceptar el aplazamiento del pago de los 14 millones de euros que debe el Murcia, cuyo planteamiento a cinco años vista ha sido denegado y ello a pesar de que la entidad deportiva hizo efectivo hace unos días el pago de un millón y medio de euros a modo de entrada de ese plan, todo ello aprovechando el dinero recibido por el traspaso del delantero Kike García al Middlesbrough inglés.

El Murcia ha presentado un recurso jurídico en contra de esa decisión de Hacienda con la intención de que el club pueda competir la próxima temporada en la Liga Adelante.

Por otra parte, la Federación de Peñas Murcianistas (Fepemur) ha convocado para las ocho y media de esta tarde una concentración frente a la Delegación de la Agencia Tributaria, situada en la avenida Gran Vía Escultor Salzillo de la capital de la Región, para pedir el que se acepte la solicitud de aplazamiento de la deuda que el club grana tiene contraída con el erario público.