REAL SOCIEDAD 2: Westerveld; López Rekarte, Jauregi, Schürrer, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, De Pedro; Kovacevic (Khokhlov, min 90+1) y Nihat (Tayfun, min. 85).

BARCELONA 1: Bonano; Navarro, Cocu, Puyol, Reiziger (Overmars, min. 60); Gabri (Rochemback, min. 68), Xabi, Motta, Riquelme; Saviola (Geovanni, min. 83) y Kluivert.

GOLES: 0-1, min. 33: Kluivert. 1-1, min. 39: Kovacevic. 2-1, min.50: Kovacevic.

ARBITRO: Pino Zamorano (Madrid). Expulsó a Motta en el minuto 75 por roja directa, y a Overmars en el minuto 90 por protestar. Además, amonestó a De Pedro.

La Real Sociedad invirtió la negativa tendencia acumulada en sus enfrentamientos contra el Barcelona en los últimos años y fortaleció su liderato ante un conjunto catalán muy pobre, que no tuvo más que dos oportunidades de gol.

El conjunto de Van Gaal mostró su cara más mediocre, flojo en todas sus líneas, sin profundidad alguna y con Bonano como salvador al permitir a su equipo seguir con vida después de una primera mitad horrible, en la que estuvo a merced de su rival.

La Real no acertó a resolver el encuentro en este periodo porque se mostró fallón en los últimos metros, después de realizar un estupendo encuentro, con triangulaciones preciosistas y una búsqueda obsesiva del marco contrario lastrada por la falta de acierto en el remate, lo que hizo baldío todo su esfuerzo.

CARRUSEL DE OCASIONES

Nihat, en el minuto 3 de partido, disfrutó ya de la primera ocasión clara para adelantar a su equipo, pero, solo ante Bonano y muy escorado, entregó su remate al portero argentino, que posteriormente y antes de cumplirse el minuto 20 sacó otros tres balones de gol a Kovacevic, Karpin y nuevamente a Nihat, quien superaba por velocidad el entramado defensivo azulgrana.

El Barcelona es un equipo grande y normalmente no precisa hacer tantas oportunidad para marcar, como comprobarían los guipuzcoanos cuando en el minuto 33 Kluivert lograba uno de los goles más afortunados de su carrera, tras un disparo a la media vuelta desde fuera del área que golpearía en el poste y aprovecharía el cuerpo de Westerveld para colarse de rebote.

Esta mala fortuna habría sido definitiva en las últimas temporadas para que la Real hubiera arrojado la toalla, pero el equipo que entrena Denoueix exhibió una capacidad de recuperación asombrosa y volvió a encerrar en su campo a su rival para igualar el partido en una jugada de estrategia, al saque de una falta, que Kovacevic culminó de cabeza.

El conjunto donostiarra encontró justa recompensa a los méritos contraídos cuando a los cinco minutos de la reanudación Javi de Pedro asistió a su compañero y amigo Kovacevic, quien elevó el esférico por encima de Bonano.