Mucho mérito tuvo el triunfo del Cáceres Patrimonio de la Humanidad ante el Trapa Palencia (71-68). Las bajas de dos titulares como Guille Corrales y Rolandas Jakstas sirvieron como estímulo frente a una plantilla mucho más cara, pero que juega, al menos ayer, de auténtica pena. Habría qué preguntarse qué haría Ñete Bohigas con ese grupo de jugadores, porque con los suyos está cumpliendo de momento, como casi siempre.

Ocho victorias y nueve derrotas al final de la primera vuelta. No es lo soñado, pero sí está bien para posicionarse de cara a la lucha por entrar en los playoffs. Sería un éxito a la vista de las circunstancias hasta ahora, con muchas lesiones. Las dos últimas van a hacer daño. O no, porque con este equipo nunca se sabe.

Es digno de aplauso haber conseguido este grado de solidez en casa, donde han caído ya varios favoritos a estar arriba, como este Palencia con tan poco norte. Si ya se pudiesen repetir hazañas como la de Oviedo --única victoria fuera en casi un año-- ya sería para enmarcarlo.

Fue una tarde rara, un poco fuera de contexto, con resaca navideña y poco público. Eso se transmitió en la cancha porque el primer cuarto salió gélido... o incluso más frío. Ninguno de los dos equipos consiguió meterse en situación, fallando numerosos tiros. Lo del Palencia tenía más delito, con todos sus efectivos disponibles, mientras que el Cáceres hacía lo que podía, fiándose mucho del lanzamiento exterior. Si ya de por sí este equipo depende de los triples, esta vez esta tendencia se acentuó, en principio sin mucha puntería. Pero entrega del colectivo no faltaba, eso está claro.

Y eso que las dificultades se acumulaban. Niko Rakocevic, llamado a tener un papel protagonista, cometía su segunda falta cuando todavía no se habían cumplido los tres minutos de partido, lo que obligaba a sustituirle hasta ya la segunda parte.

El flaco marcador (15-15, min. 10), expresa bien lo que estaba sucediendo. Para el Cáceres, casi siempre por delante, era una pequeña victoria, sobre todo vista su aparente inferioridad en el rebote.

La escena se animó a continuación, con algo más de fluidez ofensiva. Warren Ward, jugando a veces como ‘4’ abierto, cogió entonces una de esas estupendas rachas que le distinguen en ocasiones y con ocho puntos casi seguidos obligó a Palencia a parar el partido (27-22, min. 13) antes de que la marea verdinegra creciese aún más. Ola Keshinro, con su habitual despliegue entusiasta, también ayudaba a intentar abrir hueco.

En ese momento ocurrió algo espectacular: dos asistencias sin mirar de Sergio Pérez a sus compañeros. A sus 38 años está en el lógico declive físico, pero sigue atesorando toneladas de calidad baloncestística dentro de sí.

La consecuencia fue llegar al descanso con una ventaja no grande, pero que sabía sensacional a la vista de las circunstancias (39-34).

SEGUNDA PARTE / Con un triple de Sergio Pérez para volver de los vestuarios se alcanzó la máxima ventaja local (42-34), sin embargo, las ideas ofensivas locales dejaron de fluir con tanta claridad y el Palencia cogió la iniciativa poco a poco hasta el sorpasso del 47-48 (min. 27). El parcial llegó a ser de 0-9.

Cogió entonces la bandera cacereña Dani Martínez con cinco puntos para cerrar el cuarto (un triple frontal y una bandeja en el último segundo para el 54-53). El chico, que volvía a una posición en la que no está del todo a gusto, la de base, sigue creciendo. Insospechadamente, el público llegó a corear su nombre. Fue el mejor.

Rakocevic, más tiempo en el banquillo que en pista por las faltas, no metió su primera canasta hasta el minuto 32. Coincidía su apagón con el de Luis Parejo, cegado en el tiro (0/8 en triples).

El Cáceres resistía y parecía tener el partido a punto de caramelo (67-61 a 3:17), pero el Palencia hizo un último intento y se acercó mucho (69-68 a 55 segundos).

Apareció entonces Rakocevic para dar oxígeno (71-68 a 40 segundos). Lo que ocurrió a continuación a menudo suele lamentarse, pero esta vez salió bien: Bohigas ordenó no hacer falta y sí defender el posible triple que hubiese llevado a la prórroga. El Palencia no lo aprovechó y falló sus tres intentos lejanos para empatar en medio del júbilo general.

cáceres71

palencia68

3Marcador por cuartos: 15-15, 39-34 (descanso), 54-53 y 71-68 (final).

3Árbitros: José Antonio Pagán y Iyan González. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 700.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Pol Olivier (5), Niko Rakocevic (6), Warren Ward (16), Sergio Pérez (7), Robertas Grabauskas (7) --cinco inicial-- Ola Keshinro (14), Dani Martínez (14), Luis Parejo (2), Vieux Kasse (0).

3Chocolates Trapa Palencia: Enric Garrido (6), Carlos Toledo (0), Sergi Pino (6), Urko Otegui (18), Dartaye Ruffin (5) --cinco inicial-- Andrés Miso (13), Nioka Cvetinovic (6), Lamont Barnes (0), Sani Campara (6), Sergi Grimau (12).