El italiano Davide Rebellin, del Gerolsteiner, impidió que el español Alejandro Valverde celebrase su cumpleaños con victoria en la Flecha Valona con un triunfo incontestable en el tramo decisivo del Muro de Huy, donde el actual líder del UCI ProTour volvió a saborear el sabor del triunfo que ya conoció en esta prueba en 2004.

Rebellin, a sus 35 años, tiró de experiencia en la hora de la verdad para llegar en solitario a la cima de Huy, con un puñado de segundos por delante de Valverde, que no pudo aguantar el tirón de la cabeza a apenas 400 metros de la línea de meta.

El italiano, inédito desde hace tres años, temporada en la que ganó tres clásicas, reforzó además su liderato del Pro Tour ganando la misma carrera que cerraba hasta el momento su palmarés, en la que suma 46 victorias desde su debut profesional en 1992.

El jefe de filas del Gerolsteiner amplió la gloria de su equipo luego del triunfo del alemán Schumacher en la Amstel del pasado domingo, y tuvo el honor de imponerse por delante de los dos últimos vencedores: Valverde y Di Luca. Con un tiempo de 4h.47.46 cubrió los 202,5 kms entre Charleroi y Huy, lugar santo del ciclismo belga, y talismán para Rebellin, ya que en esta cima remachó en 2004 su triplete en las clásicas, cuando ganó en la Amstel, Lieja-Bastoña y Flecha Valona.

La estrategia apuntaba a Valverde como candidato a renovar el dorsal número uno. El equipo de Unzue lanzó por delante a Joaquín Rodríguez a 10 kms de meta. El catalán abrió hueco y eso le permitió al doble subcampeón mundial dejar el trabajo a sus rivales, cuando marchaba en la persecución junto al alemán Kessler (Astana), el luxemburgués Kirschen (T-Mobile) y el italiano Di Luca (Liquigas).

Pero el pelotón se echó encima, no solo del grupo de Valverde sino del propio Joaquín Rodríguez, que cedió los trastos a 1300 metros de la meta, justo cuando el muro mostraba sus temibles rampas del 9 por ciento de desnivel.

Valverde y Oscar Freire aguantaron el tirón inicial, pero a medio km del final se produjo un corte en cabeza que retrasó unos metros al murciano. Kessler aprovechó para atacar y Rebellin se le pegó como una lapa. Fue entonces cuando el italiano, curtido en mil batallas, sacó el libro del clasicómano para sentenciar con un puñado de pedaladas de potencia que le condujeron hacia lo más alto del podio, desde donde divisó la Lieja-Bastoña, la cita del domingo.

La Flecha Valona respondió al guión de batalla desde el principio y ritmos elevados. En el km 40 se formó la escapada que animó la carrera, con 4 corredores, el español Gorka Verdugo (Euskaltel), los franceses Freddy Bichot (Ag2r) y Christophe Le Mevel (Credit) y el suizo David Loosli (Lampre).

El cuarteto aguantó hasta el primer paso por el Muro de Huy (km 65) con 6.50 minutos de adelanto, la máxima diferencia alcanzada. Más tarde el Caisse de Valverde aceleró el ritmo y el pelotón redujo la desventaja en el segundo paso por la cima de la mítica cota con 4.40 minutos y los favoritos en puestos de cabeza.

Las diferencias fueron menguando, así como el grupo de fugados, ya que poco a poco fueron cediendo. El que más resistió fue verdugo, hasta la pancarta de 45 kms de meta, cuando el pelotón avisó de sus intenciones. Más tarde intentaron la sorpresa el ruso Ivanov (Astana) y el español Juan José Cobo, el ganador de la Vuelta al Paías Vasco, que se propuso catar el aroma de una gran clásica, aunque esta vez sin suerte.

Mientras el campeón del mundo, el italiano Paolo Bettini se perdía en la cola de pelotón, sin opciones, el Caisse D'Epargne preparaba la fiesta de Valverde, pero al final las velas del triunfo las sopló Davide Rebellin, el líder del Pro Tour.