ARABERRI - 72: Blount (17), Uirarte (5), Carlos Martínez (8), Sedekerskis (12), Yates (12) --cinco inicial--, Ortega (4), Arcelus (2), Buesa (2), Villarejo (8), Javi López (0), Sastre (2).

CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - 103: José Antonio Marco (10), Sebirumbi (8), Añaterve Cruz (12), Carlos Toledo (17), Fernando Fernández (12) --cinco inicial--, Kunsyer (12), Rolandas Jakstas (12), Parejo (15), Mansour Kasse (5).

MARCADOR POR CUARTOS: 20-26, 39-44 --descanso--, 53-72 y 72-103.

ARBITROS: Uruñuela Uruñuela y Urbano Miranda. Sin eliminados.

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad sigue en estado de gracia en este inicio de año. Los hombres de Ñete Bohigas ofrecieron un nuevo recital, en esta ocasión en su visita al colista de la liga, un Sáenz Horeca Araberri (72-103) que nunca tuvo opciones de dar la campanada. A pesar de que el partido se presentaba muy asequible, los cacereños demostraron su ambición y profesionalidad y salieron a la pista muy concentrados para no dar posibilidad alguna a los alaveses y al término del tercer cuarto ya habían dejado el partido visto para sentencia. Una vez más, los extremeños demostraron ser un equipo muy completo en todas las posiciones y que cada día se compenetra mejor.

Tras unos primeros minutos igualados, el Cáceres tardó en empezar a imponer su ritmo y dominar en el juego interior, con el ugandés Sebirumbi imponiendo su ley en la pintura, y el exterior, con Añaterve Cruz y Carlos Toledo anotando tanto desde la media distancia como desde el perímetro. La primera mínima ventaja del cuadro cacereño no tardó en llegar y con el 5-6 en el marcador, el murciano Toledo completó un 2+1 al que le siguió un triple de Cruz (5-11).

CORTANDO LA REACCION El técnico araberrista, Txus Brizuela, empezó a mover el banquillo para intentar arreglar la situación, pero un nuevo triple verdinegro, en este caso de Fernando Fernández, puso todavía más tierra de por medio en el marcador, obligando a Brizuela a pedir un tiempo muerto para detener la escapada extremeña.

Aunque en un principio no pareció funcionar el minuto de descanso para los alaveses, ya que los hombres de Bohigas lograron irse hasta los once puntos de ventaja (9-20), el Araberri subió un punto su intensidad defensiva y, además, logró recuperar la calma en ataque, por lo que, poco a poco, fue recortando diferencias en el marcador hasta ponerse únicamente a seis puntos (20-26), resultado con el que acabaría el primer cuarto.

El descanso entre cuartos no apagó la racha local. Los alaveses estaban crecidos y confiados y al inicio del segundo parcial lo demostraron. Con una defensa mordiente y un juego de ataque rápido e imprevisible, lograron darle la vuelta al marcador y cerrar un parcial de 9-0, que incluía el final de los primeros diez minutos y los primeros compases de este segundo periodo (27-26). Entonces fue Ñete Bohigas quien pidió un tiempo muerto para dar instrucciones a los suyos y preparar una jugada de pizarra que rompiera con la sequía anotadora cacereña y devolviera la confianza a los suyos.

SEGUNDA LINEA No pudo irle mejor al cuadro extremeño. A la vuelta del tiempo muerto, la aportación de la segunda línea cacereña, con Rolando Jakstas y Parejo como protagonistas, el equipo volvió a tomar la delantera en el marcador, gracias a un parcial de 0-11 (27-37).

Pero los araberristas, tan necesitados de victorias, no bajaron los brazos en ningún momento y siguieron peleando. Yates demostró ser el líder del equipo y bajo su mando los vascos consiguieron llegar al descanso con las opciones de victoria prácticamente intactas (39-44).

Los cacereños no querían sorpresas y a la vuelta de los vestuarios salieron a sentenciar. Araberri intentó aguantar lo máximo que pudo, pero la apisonadora extremeña no dio opciones a su rival, que antes de cruzar el ecuador del tercer cuarto ya estaban 17 abajo (43-60). Fueron unos minutos donde el Cáceres desplegó todo su repertorio y apabulló a su rival con su mayor poderío físico y calidad técnica. Los locales intentaron revelarse, pero no había nada que hacer. Cuando los extremeños están concentrados son un equipo prácticamente imbatible y en este tercer cuarto estaban por la labor, dejando el luminoso en un 53-72.

La diferencia en el marcador era grande pero la sensación de superioridad de los extremeños fue lo que acabó por desanimar a un Araberri que era consciente de que no tenía las armas necesarias para plantar cara al Cáceres. Así, los últimos diez minutos, fueron un mero trámite donde los verdinegros nunca se relajaron, pero sí que se gustaron. Con el partido en el bolsillo, las defensas se relajaron un poco, lo que permitió que ambos conjuntos, en especial los cacereños, ofrecieran un gran espectáculo en ataque para los aficionados que se habían acercado al Polideportivo Mendizorroza. Un festival ofensivo que quedó reflejado en el 72-103 final.