Volvió a ganar el Cáceres Patrimonio de la Humanidad tras su ‘mini crisis’ de los tres últimos encuentros. El 91-77 ante el Clavijo le debe otorgar confianza en sí mismo, algo de lo que no ha ido muy sobrado hasta ahora.

No fue un ejercicio sublime del equipo de Ñete Bohigas, pero daba un poco igual visto que la temperatura empezaba a subir demasiado alrededor del vestuario. Su juego se pareció bastante al de la temporada pasada, con un referente interior inequívoco (antes Sandi Marcius, ahora Rolandas Jakstas) que generaba los suficientes espacios para que los tiradores verdinegros se hinchasen a la menor oportunidad. Y así fue (12 de 27, un buen 44%).

Especial buena noticia fue el papel de Jakstas (17 puntos y 13 rebotes): todavía no había alcanzado la versión que le acreditó hace dos años como uno de los mejores interiores de LEB Oro.

La primera parte tuvo algo de desconcertante. Si se pensaba que el Cáceres estaba deshilachado, el Campus Promete era un harapo hecho equipo, sobre todo en ataque, no aprovechando en absoluto la inconsistente defensa de su oponente.

Bohigas había variado por primera vez en la temporada el quinteto inicial, dando entrada a Niko Rakocevic y Ola Keshinro por Warren Ward y Robertas Grabauskas, que quedaron en cierto modo señalados. El 20-17 del final del primer cuarto fue un escaso premio para un equipo que poco antes había tenido ocho puntos de ventaja (18-10).

En el segundo llegaron por fin unos buenos minutos. Dani Martínez ejercía como base en lugar de un Guille Corrales al que no acababan de salirle las cosas, mientras que Sergio Pérez volvía a hacer daño como ‘3’, al estilo del inicio de su carrera. Hasta Grabauskas despertó por un rato de su letárgica temporada y se mostró como un factor en la zona.

El partido pareció romperse (42-25 a 2:45) e incluso Bohigas permitió el debut de Franco Acosta, un hiperactivo ala-pívot argentino que juega en el vinculado Jaguarzo Adepla.

El Clavijo tuvo al fin un ratito decente y pareció meterse en situación (42-34 a 58 segundos), pero un triple de Luis Parejo y un inesperado palmeo de Rakocevic en el último segundo volvieron a situar un panorama halagüeño al descanso (47-34).

0-8 para empezar el tercer cuarto y 47-42. Grabauskas, de vuelta a la pasividad, se llevó la bronca del público cuando fue sustituido, pero Keshinro, que entró por él, cometió enseguida la cuarta personal y se fue al banquillo.

Tocaba sufrir en medio de un clima de tensión creciente. La ventaja llegó al mínimo (54-53, min. 25) cuando aparecieron Ward y Rakocevic para anotar entre los dos tres triples seguidos. Menudo camión de oxígeno (63-55, min. 27) en lo que fue, indudablemente, el momento de la noche. Otro acierto lejano de Dani Martínez permitió afrontar los últimos diez minutos con una renta aceptable (68-59).

A la fiesta del tiro exterior se sumó Corrales, lo que contribuyó a que la victoria no corriese peligro en el último cuarto. Hasta Grabauskas se reconcilió con el público con un mate para poner tierra de por medio definitivamente (88-73 a 2:18).

No por el camino soñado, pero el Cáceres está 2-4 y puede afrontar con otra cara bien distinta a la que tenía hasta ayer una ganable visita al Sammic. El Ñete team despega. Ya iba siendo hora.

cáceres91

clavijo77

3Marcador por cuartos: 20-17, 47-34 (descanso), 68-59 y 91-77 (final).

3Árbitros: Bravo Loroño y González Gálvez. Sin eliminados.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 1.300.

3Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Guille Corrales (9), Niko Rakocevic (12), Luis Parejo (7), Rolandas Jakstas (17), Ola Keshinro (4) --cinco inicial-- Sergio Pérez (10), Robertas Grabauskas (10), Franco Acosta (0), Warren Ward (15), Dani Martínez (7).

3Clavijo: Trenton Coggins (12), Nils Gutenius (7), Félix Balamou (7), Evan Yates (20), Erik Quintela (6) --cinco inicial-- Rogier Jansen (0), Arnaud Adala (8), CArles Bravo (4), Juan Cabot (6), Terrence Bieshaar (5), Carlos Martínez (2).