La decisión de la Federación Territorial Extremeña de Fútbol, hecha pública hace hoy ocho días, de ampliar el grupo XIV de Tercera a 21 o 22 equipos por los descensos de Segunda División B ha dividido a la categoría.

Los equipos situados desde la zona templada hacia abajo contemplan con buenos ojos esta medida, que propiciará que sólo haya tres descensos a Preferente.

Sin embargo, los equipos ubicados en la parte alta de la clasificación no ocultan su disgusto por entender que la Territorial ha actuado con improvisación.

De cara a la próxima campaña, los grandes echan sus cuentas y deducen que, al haber más equipos, tendrán más gastos de arbitraje y tarjetas, más gastos de desplazamientos, una nómina más que abonar a sus futbolistas y menos fechas para la disputa de los encuentros.

MALESTAR Jacinto Fernández, presidente del Don Benito, actual líder, no oculta que "estamos disgustados con la Territorial, porque no era el momento. Muchos equipos que estaban implicados en el descenso saben ahora que están salvados y se adultera la competición. No me parece mal como medida de gracia, pero en todo caso debían haberlo anunciado al final. El año próximo habrá que jugar muchos partidos entre semana".

Antonio Olivera, presidente del Cerro de Reyes, segundo clasificado, considera que esta medida "puede ser pan para hoy y hambre para mañana. Vamos a estar jugando todo el año".

Antonio Martínez, presidente del Díter Zafra, tercer clasificado, entiende que "esto debe hacerse antes de comenzar una temporada. Seguro que se ha hecho con la mejor de las intenciones, pero a la larga la improvisación se te vuelve en contra".

José Andrés Grande, entrenador del Plasencia, cuarto clasificado, denuncia que "se adultera la competición, porque Moralo, La Estrella, Villafranca, Monesterio...ya no tienen tanta presión y jugarán más relajados. Esto debe hacerse antes de comenzar. La federación ha actuado fatal, pues debiera haber reunido a todos los presidentes y tomar una postura unitaria".

Jacinto Mora, presidente del Santa Amalia, califica la decisión como "negativa para los clubs modestos como nosotros, que apenas tenemos 11 millones de pesetas de presupuesto. Este año somos quintos y podemos hablar, pero el próximo habrá muchos descensos y podemos estar ahí. Al final, la Tercera será una categoría para los equipos de las ciudades más grandes".

Enrique Asensio, presidente del Grabasa Burguillos, octavo clasificado, incide en que "los que ahora estamos salvados podemos sufrir cinco descensos el próximo año. Las normas deben estar claras desde el inicio. Al final, por contentar a unos van a perjudicar a otros".