Cuando se han cumplido 17 años desde aquel 27 de mayo de 1990. El Extremadura lograba abandonar la Tercera División ascendiendo a Segunda B tras el gol de Miranda. Sacó Pedro José desde la banda, peinó a tras Juan Carlos Paniagua y El Abuelo empujaba a la red. Después Anquela lograba empatar para el Cacereño, pero de poco le servía. La afición azulgrana explotó de jubilo lograba algo que se esperaban desde hacía mucho tiempo. Ahora el ciclo se ha cerrado.

Durante este periodo el Extremadura ha logrado ser uno de los equipos grandes de España. Logró por dos veces llegar a Primera. De ser un equipo rico ha pasado a ser un club endeudado; de tener un importante patrimonio, a tenerlo todo embargado y de tener y presumir de una gran masa social a sentir el desánimo y desaliento hasta desilusión de los suyos.

El inicio del sueño

La base de los cimientos para lograr los éxitos deportivos la empezó a poner Pepe Bizcocho junto a Paco García, que lograron la permanencia del equipo en la Segunda División B después de ser los que lograron el primer ascenso.

En la temporada 91-92 la directiva de la entidad, con Pedro Nieto al frente, optó por profesionalizar al equipo y tras la renuncia de Bizcocho a no estar en ese momento, llegó a la localidad un entrenador con experiencia en la categoría que había pasado por equipos como Córdoba, Linares o Atlético Madrileño. Era Iosu Ortuondo, el artífice de grandes éxitos con los azulgranas. En su primera temporada en Almendralejo lograba jugar la fase de ascenso a Segunda División, quedándose a solo un gol del mismo al empatar a cero en el Martínez Valero de Elche. El conjunto ilicitano, junto con el Lugo y el Sant Andreu, fueron los rivales en una emocionante liguilla.

En la temporada 92-93 terminó el equipo quinto en la liga regular, pero logró una gran gesta en la Copa del Rey llegando a cuartos de final. Fue eliminado por el Oviedo, pero dejó en la cuneta a equipos de Segunda División como Sabadell y Sestao y al Cádiz, de Primera. A la tercera fue la vencida. Después de clasificarse en la temporada 93-94 para la fase de ascenso, disputó la misma frente al Manlleu, Numancia y Langreo, equipo al que venció en el Francisco de la Hera en el último partido de la promoción (3-0) con goles de Manolo Peña y dos de Melenas el 12 de junio de 1994, volviendo la entidad a Segunda División 33 años después.

Tras el ascenso de categoría Ortuondo cambió el Extremadura por el Badajoz y para la vuelta del conjunto azulgrana a categoría de plata del fútbol español fue contratado un entrenador que había sido jugador del Extremadura, Paco Chaparro. Después de una primera vuelta llena de conflictos, a mitad de campaña le sustituyó Vicente Campillo, que logró la permanencia del equipo.

Ascenso en Albacete

En la segunda temporada de los azulgranas en la categoría de plata, Ortuondo volvía al banquillo y con jugadores como Amador, Abadal, José, Peña, Tirado, Cortés, Ito, Pedro José, Verde, Sastre, Manuel, Félix, Dimitrijevic, Diego, Marín, Antonio, José Luis, Valentín, Padilla y Oscar lograba ascender a Primera División tras superar al Albacete en la promoción el 2 de junio de 1.996.

El Extremadura, un equipo humilde de una población de poco más de 25.000 habitantes, en aquel momento, llenaba páginas de periódicos de todo el mundo. Emisoras de radio y televisiones de distintos países se hacían eco del gran logro obtenido por los de Almendralejo. La presencia del equipo en Primera se vendió como la del disfrute. La Junta de Extremadura asumió la profunda reforma del Francisco de la Hera en tres meses.

Llegaron los malos resultados, lo que obligó a que en el mercado de invierno llegara el desembarco argentino con Mono Montoya, Silvani y Basualdo. Fue demasiado tarde. En La Coruña se lloró el descenso y llegó un nuevo adiós de Ortuondo.

Rafa Benítez se hacía cargo del Extremadura en la temporada 97-98 y tras una espectacular temporada lograba nuevamente el ascenso de categoría. Gaspercic, Kalla, Berenguer, Poli, Velamazán, Juanito, David, Dure, Manuel, Pedro José, Padilla, Toril y Soto fueron algunos de los que militaron en el equipo durante la temporada, pero el descenso no se pudo evitar tras jugar la promoción con el Rayo.

Hacia abajo

El descenso del equipo a Segunda fue el principio de la línea descendente del Extremadura. Desde aquel momento las cosas en el Extremadura han ido de mal en peor. Un movimiento del ayuntamiento, máximo accionista del club, arrebató la presidencia a Pedro Nieto en beneficio de Juan Francisco Rodríguez, Juanito . Con el tinerfeño al frente del club Ortuondo fue destituido dejando el equipo en manos de Gregorio Jiménez Gori , con quien descendió el Extremadura a Segunda B en Tarragona en el 2002.

Los problemas económicos acuciaban al equipo, el patrimonio que había, la ciudad deportiva, fue vendida y la gestión del club era pésima. Una nueva intervención del ayuntamiento devolvió el control del equipo a Nieto. El lastre de las temporadas anteriores ha sido imposible de superarse y la entidad está metida en una gran crisis económica que ha terminado con el descenso a Tercera. Ahora, después de haber llegado a vivir en la gloria aparece el fantasma de la desaparición.