REAL MADRID: Casillas; Cicinho, Mejía, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Gravesen (Cassano min.59), Guti (Helguera min.85); Beckham, Zidane, Robinho (Raúl Bravo min.87); Baptista.

CADIZ: Armando; Raúl López, De Quintana, Berizzo, Jonathan Sesma; Benjamín, Bezares; Varela, Nenad (Enrique min.71), Stoyanoff (Lobos min.71); Medina.

GOLES: 0-1 min.55: Medina. 1-1 min.67: Roberto Carlos. 2-1 min.70: Beckham. 3-1 min.79: Robinho.

ARBITRO: Lizondo Cortés. Amonestó con la tarjeta amarilla a los jugadores locales Cassano, Cicinho y Casillas.

El Real Madrid, con dos goles de falta en tres minutos, acabó con la resistencia del Cádiz (3- 1) y dejó sin premio el trabajo de un equipo que no le perdió la cara al partido en todo momento, para seguir con la buena racha de los de López Caro.

El Cádiz salió sin complejos. A disfrutar, contagiado por una afición entregada desde el pitido inicial. Sabedor de que tras trece años sin pisar el terreno blanco, todo lo que consiguieran iba a ser oro puro. De hecho, la primera mitad fue el que tuvo el control del balón más tiempo, apenas sin ocasiones eso sí, pero lo suficiente para que los blancos no se sintieran a gusto.

Porque tras dos partidos buenos seguidos en el Bernabéu, al Madrid de López Caro le tocó sufrir. Sobre todo porque Bezares se convirtió en un sello para Zidane y a Guti, unas veces Benjamín y otras el mismo Bezares, le desconectaron los fusibles.

Mientras, el Real Madrid anduvo algo cansado. Quizá por el esfuerzo de los últimos encuentros, como el del pasado miércoles contra el Betis, pero lo cierto es que no se le vio con frescura.

La mejor oportunidad estuvo en las botas de Baptista, un islote en la punta de ataque, quien se fabricó una gran jugada con sombrero incluido, pero su posterior lanzamiento con la pierna izquierda lo atajó Armando. A otro que se le esperaba era a Robinho, el protagonista en el Ramón de Carranza. Las mejores acciones de su equipo en esos minutos partieron de sus botas.

SEGUNDO ACTO Tras la reanudación, la tónica del encuentro no varió, los amarillos salieron más enchufados y consiguieron su recompensa a los diez minutos con un gol de Medina, que resolvió una jugada en la que media defensa local no supo y no pudo despejar un balón dentro del área. Ahí y sólo ahí se dio cuenta el equipo merengue de lo que tenía entre manos.

Caro se la jugó, sentó a Gravesen e hizo debutar a Cassano ante su afición. El tanto del empate ante las escasas ideas tenía que llegar a balón parado. Y llegó. Roberto Carlos sacó el látigo desde la frontal y empató el partido. Dos minutos después le tocó el turno a Beckham. Desde el mismo sitio. También de falta indirecta. Y también por el palo corto. Un golazo del inglés, quien colocó el balón en la escuadra. De ahí al final del partido, los locales se sintieron más a gusto y Cassano se convirtió en la referencia ofensiva, aunque el definitivo gol lo marcó Robinho. Golazo desde fuera del área.