Hizo lo más difícil el Al-Qazeres --remontar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba en la primera parte-- y sin embargo no supo rematar. El IDK Gipuzkoa se llevó el triunfo del Serrano Macayo (66-71) y lo hizo con altas dosis de justicia: fue más serio, más constante. Y tiene jugadoras de mayor calidad, aunque en la clasificación ambos contendientes lleven el mismo número de partidos ganados a estas alturas.

Le faltan a las extremeñas profesionales una base que sepa poner siempre el ritmo más adecuado (Gaby Ocete) y una ‘5’ que sea al mismo tiempo grande y atlética (Nadia Colhado). Normal si sabe lo que se cobra en cada uno de los bandos. Por eso no deja de tener enorme mérito la temporada del Al-Qazeres.

Las de Jacinto Carbajal ofrecieron ayer su versión más terrenal. Se dejaron la piel, pero carecieron de esa magia que las ha acompañado en muchos momentos. ¿Por qué? El despiste o la descompresión después de las emociones de Girona y su Copa de la Reina, quién sabe. El caso es que el equipo no salió tan metido como en otras ocasiones. Cuando se está tan limitado en recursos, todas o casi todas tienen que aportar. Y no ocurrió.

La primera imagen de la tarde sí que fue esperanzadora: Mariona Martín metiendo el triple que se le salió en Fontajau y que quizás hubiera cambiado el signo de los cuartos de final ante Gernika. El marcador llegar a estar 8-3, pero a partir de entonces IDK Gipuzkoa se hizo dueño de la situación, castigando sobre todo los problemas de coordinación defensiva en el juego interior local. Aún así, la brecha era mínima al final del primer cuarto (18-20), pero era cuestión de tiempo que se ampliase.

El segundo cuarto fue realmente para olvidar. Solo Julie Forster defendía el fuerte, con Miriam Forasté revolucionada y Duby Dacic sin poder contener a sus pares. El 35-48 del descanso resultaba descorazonador.

FANTÁSTICA REACCIÓN / Pero si algo tienen estas chicas es precisamente corazón, alma, orgullo. Y bien que sacaron todo eso en el tercer cuarto. Si no estás acertado en ataque, lo mínimo que tienes que hacer es morir en defensa. Y lo hicieron hasta tal punto que no permitieron a su rival ni una sola canasta en juego durante diez minutos. Sus únicos cuatro puntos fueron desde la línea de tiros libres. Absolutamente brutal, ¿verdad?

La consecuencia fue volver a meterse en el partido, primero dejando la diferencia al mínimo al final de este histórico cuarto (51-52) y después incluso ponerse por delante (54-52, a falta de 8:30, con una canasta de una renacida Ameryst Alston).

Llegó entonces el fin de la sequía donostiarra, que se extendió a casi doce minutos sin anotar en juego. Pero fue suficiente como para coger un impulso que ya valdría el partido. Con un poco más de acierto desde fuera, Nadia Colhado tuvo más espacio para volver a imponer su ley bajo los tableros y encabezar un parcial de 0-9.

Al Al-Qazeres le quedaron algunas fuerzas para pelear (de 56-66 a 4:00 a 64-68 a 1:38, posesión incluida), pero, por lo que se vio, no era el día. No pasa nada. La lucha por entrar en los playoffs está intacta y ahí estarán, con todas las posibilidades en la mano. Nadie les exige estar entre las seis primeras, pero ellas lo van a intentar. Seguro.

AL-QAZERES66

IDK GIPUZKOA71

3Marcador por cuartos: 18-20, 35-48 (descanso), 51-52 y 66-71 (final).

3Árbitros: Alejandro Aranzana y Eva Areste. Sin eliminadas.

3Pabellón: Serrano Macayo.

3Espectadores: 800.

3Al-Qazeres Extremadura: Mariona Martín (5), Ameryst Alston (17), Pam Rosanio (10), Julie Forster (18), Duby Dacic (12) --cinco inicial-- Silvia Romero (1), Elena Corrales (0), Miriam Forasté (0), Irena Vrancic (3).

3IDK Gipuzkoa: Adut Bulgak (12), Paola Ferrari (12), Onintza Aduriz (6), Nadia Colhado (14), Gaby Ocete (11) --cinco inicial-- Khairy Sarr (6), Lara González (2), Iulene Olabarria (8).