EULEN CARREFOUR AVILA - 69: Carles Marzo (3), Guillermo Justo (22), Adrián Méndez (4), Juan Francisco Herrero (13), Michael Duty (10) --cinco inicial-- Makonda (7), Simek (0), Arturo Fernández (2), Fernando Fernández (8)

CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - 63: José Antonio Marco (11), Juanma Ruiz (18), Luis Parejo (6), Garfield Blair (11), Miguel Montañana (13) --cinco inicial-- Medina (2), Conejero (2), Carter (0), Kasse (0), Bayle (0).

MARCADOR POR CUARTOS: 17-17, 34-26, 57-47 y 69-63.

ARBITROS: López Córdoba y Martínez Rodríguez. Eliminado: Parejo.

Después de una reacción encomiable que permitió a Cáceres levantar una desventaja que fue de hasta catorce puntos en el tramo final del tercer periodo, cuando los de Ñete Bohigas lograron ponerse por delante a cinco minutos del final del encuentro se colapsaron en ataque, mientras al otro lado de la cacnha un inconmensurable Guille Justo anotaba nueve puntos seguidos para dar el triunfo al Grupo Eulen Avila (69-63). Fue un encuentro irregular, equilibrado, pero también con tirones para uno y otro que acabó decidiendo el jugador canario.

Salió muy metido en el encuentro el conjunto extremeño, con un gran trabajo defensivo que tuvo al equipo local cuatro minutos sin anotar, pero viendo poco también el aro rival. Sólo desde la dirección anotaba Marco (2-5, los cinco puntos cacereños en su haber), pero mediado el cuarto despertaron los locales de la mano del veterano Juan Francisco Herrero, cinco puntos en un suspiro (7-5).

El partido se movía en una dinámica de mucho equilibrio e igualdad, como ya podía preverse. Ventajas cortas para unos y para otros, con alternancias y más errores que aciertos en el juego de ataque. Así, Garfield Blair lograba a dos segundos de la bocina la canasta que permitía a los de Bohigas igualar a 17 al término de los diez minutos de arranque.

El segundo cuarto resultó deteminante con un parcial de 10-0 a favor de los locales. Guillermo Justo lideraba el ataque de los locales, y un tiempo muerto de Bohigas no acabó de solucionar las cosas. Marzo también machaca con un triple que justo en el ecuador de este segundo periodo ubicaba un 32-22 que ponía las cosas muy favorables para los castellanos. Aunque el banquillo de Cáceres buscaba la reacción desde numerosas rotaciones y un reajuste defensivo, el equipo no acabó de funcionar en el ataque en ningún momento.

Tampoco los abulenses fueron un paradigma de fluidez en el tramo final del cuarto. Justo ponía de nuevo los diez de margen, pero Marco a dos minutos y medio del descanso acertaba con un 34-26. Y de ahí al descanso, nada de nada. Cada equipo falló tres tiros y perdió dos balones.

SEGUNDA PARTE Ruiz y Duty anotaban en los primeros diez segundos del tercer cuarto, quedando claro que los dos ataques se habían puesto las pilas en el intermedio. Los locales estaban en manos de la dupla Justo-Herrero, que seguía anotando sin piedad y hacía que las diferencias para Avila crecieran por encima de la decena de puntos, hasta una preocupante máxima de catorce en contra, con 48-34 a seis minutos del final. Pero despertó en ese momento Cáceres, con Parejo, Blair y Marco anotando para poner de nuevo en órbita al equipo en un abrir y cerrar de ojos. Seguridad en el rebote y fluidez en el juego ofensivo hacían que el baloncesto fuera mucho más espectacular en el Carlos Sastre, si bien Makonda lideraba un nuevo tirón de los locales (57-47, min. 30).

El cuarto periodo resultó sencillamente espectacular. Juanma Ruiz, veteranía y temple, anotaba dos triplazos de salida que, unidos a una canasta de Montañana, ponían un 57-55 y obligaban a Mangas a pedir tiempo muerto. La renta abulense se había esfumado y Ruiz ponía las tablas y luego daba ventaja a Cáceres (59-60, min. 34).

Todo parecía muy abierto y la victoria posible, pero los problemas de faltas y el banquillo más corto le pesaron mucho. Además, Justo volvió a sacar su metralleta con unos lanzamientos exteriores letales que devolvieron la ventaja a los de Avila. Nueve puntos consecutivos del grancanario sin respuesta de Cáceres hasta un tiempo muerto ya casi en el último minuto y con 68-60 para los locales. Pesaba el nerviosismo en este momento decisivo a los visitantes, fallando tiros libres y entregando la cuchara cuando se había conseguido lo más difícil.