En el baloncesto cacereño se han puesto de moda las presentaciones en las que se mezcla un jugador que continúa en el equipo y otro que llega nuevo. En este caso, el Al-Qazeres juntó a Carla Nascimento y a Joy Brown para que contasen sus expectativas de cara a la temporada 2017-18. ¿En común? Un enorme entusiasmo por hacerlo bien, aunque por motivos diferentes: para la base lusa es su ‘redención’ después de estar sin jugar desde diciembre; para la alero, su debut en la Liga Femenina, a la que llega con la vitola de portento físico después de haberse ‘salido’ en la LF-2 con el Universidad de Oviedo.

Quien la conoce sabe que cuando ‘La Portu’ sonríe, se ilumina toda la sala. En las últimas semanas le están sobrando los motivos para hacerlo: con el húmero izquierdo fracturado y un nuevo ‘hueso’ de titanio, llegó a tener dudas sobre si podría seguir jugando al más alto nivel. «He podido llegar bien, pero es que he trabajado mucho con un grupo estupendo de personas para volver mejor que antes. Ahora quizás me falta un pelín de fuerza todavía, pero se solucionará. Quiero demostrar muchas cosas», contó.

Nascimento se siente «como en familia» en el Al-Qazeres, en el que iniciará su sexta temporada, contabilizando dos etapas distintas. «Me han dado mucha confianza y ya no me veo en otro sitio jugando», resumió.

Luego llegó el turno de Joy Brown (alero, 24 años, de nacionalidad guayanesa). También habrá muchas miradas sobre ella: la pasada temporada fue la gran dominadora de uno de los grupos de la Liga Femenina 2 vistiendo la camiseta de la Universidad de Oviedo y ahora tiene el reto de trasladar ese nivel a la máxima categoría.

«Estoy muy contenta de estar en esta ciudad tan bonita para ayudar al equipo». Sí, esta frase es tópica en cualquier presentación de deportista, pero lo más llamativo fue lo que dijo a continuación: «tenía muchas ganas de jugar aquí por la temporada anterior vi todos los partidos del Al-Qazeres».

Cuesta imaginársela indagando en el Canal FEB jornada tras jornada para seguir a las chicas de verde y amarillo, pero el conocimiento que está mostrando en el día a día la avala. «El equipo es bueno, pero todavía tenemos mucho que trabajar, tener confianza en las demás, pero eso es algo que se consigue con el tiempo», dijo Brown.

Pero si hay algo que la caracteriza es su poderoso físico, empezando por su 1,84 de estatura con mucho músculo y piernas fuertes. Los 21,7 puntos y 12,5 rebotes que promedió en Oviedo estuvieron barnizados de un concepto que prometió aportar: «energía». «Puedo hacer cualquier cosa que me pida el equipo para ganar: ir al rebote ofensivo, defender, anotar... Creo que estoy preparada para el salto a la Liga Femenina. Estoy mentalizada».

Este fin de semana, ambas tendrán un doble amistoso: frente a Movistar Estudiantes (sábado en Getafe) y El Pastor Zamora (domingo en Baños).