Ni el proyecto de BMW era tan fuerte, ni la puerta de Ferrari está totalmente cerrada a medio plazo. Por ahí hay que buscar las razones por las que Fernando Alonso ha dicho no a la oferta de BMW, un precontrato que recogía tres años y poquito dinero de ficha anual (no más de cinco millones, mientras en Renault disfruta de 25). Una vez conocida la decisión del bicampeón, la escudería alemana anunció ayer que Robert Kubica y Nick Heidfeld serán sus pilotos para 2009.

La fecha que BMW y Alonso se habían dado de plazo expiraba en el Gran Premio de Italia, el pasado 14 de septiembre, el momento en que Ferrari anuncia cada año sus pilotos para la temporada siguiente. Un día antes, una escueta nota de apenas un párrafo anunciaba, por parte de Ferrari, la prolongación del contrato de Kimi Raikkonen por una temporada más, es decir, hasta finales del 2010, igual que Felipe Massa.

DECISION DE KIMI Ni una palabra de los jefes, ni un abrazo fotografiado del piloto con Montezemolo, con Domenicalli, con Schumacher, con Todt... nada. El propio piloto especificó el porqué. "Ha sido una decisión mía", reveló.

Todo el mundo en el paddock de F-1 sabe del deseo de Alonso de llegar a Maranello. "Si Ferrari me quiere, me tendrá", llegó a decir en Monza. Por eso, y aunque en cierta manera esperada, la noticia de la renovación de Raikkonen cayó como un mazazo. Por eso, Emilio Botín, dueño del Banco Santander, patrocinador de McLaren hasta finales de 2009 y espónsor de Ferrari a partir de 2010, fue al motorhome de Renault aquel 14 de septiembre. Entró casi sin saludar a nadie y se fue directamente a la habitación de Alonso. Una visita fuera de lo normal, también por su duración: más de media hora. Ellos dos solitos, nadie más.

Botín le prometió trabajar para él. Y para el banco, claro. Le aconsejó que no se precipitara en firmar tres años por BMW (el BBVA estaba interesado en patrocinar al equipo alemán si fichaba al asturiano). Alonso pidió más tiempo a BMW y Mario Theissen aceptó la prórroga y aprovechó para negociar a la baja porque "ahora somos el único equipo fuerte que tenemos asientos libres", dijo entonces el director de BMW. En estas tres semanas, Alonso ha madurado su decisión. En ese tiempo se han producido contactos con Ferrari, Raikkonen se ha autodescartado para renovar al título y Alonso ha descubierto que su Renault es mejor que el BMW. "Podría decir que antes de Fuji habrá noticias", dijo el asturiano sobre su futuro tras ganar en Singapur. Y ya han llegado. Ha descartado a BMW porque ni la duración del contrato, ni el trato, ni las posibilidades del coche son tan buenas como para dejar de pensar en Ferrari para 2011, y quién sabe si para 2010 en caso de descalabro de la scudería este año y el que viene a manos, como no, de Lewis Hamilton. Entre tanto podrá seguir en Renault o fichar por Honda. En los dos equipos tiene capacidad para hacer lo que quiera y cuando quiera, con reconocimiento de bicampeón.

De momento, BMW se lame las heridas tras reconocer públicamente que esperaba por Alonso y Nick Heidfeld respira. "Seguimos viendo a Nick (Heidfeld) y Robert (Kubica) como una pareja competitiva y a Christian (Klien) como un experimentado piloto probador", asegura Theissen en la nota con la que anuncia la renovación por un año de ambos pilotos. "No tenemos ninguna duda de que alcanzaremos los ambiciosos objetivos que nos marcaremos para nuestro cuarto en el campeonato del mundo", concluyó.

EL FUTURO Y, una vez en Renault, Alonso rezará para que la escudería dé con el truco que puede revolucionar el 2009: el llamado KERS o recuperador de energía, un revolucionario sistema mediante el cual la energía que se derrocha en las frenadas se recupera en forma de potencia, se almacena y el piloto puede reutilizarla, a su capricho, en los adelantamientos o, incluso, en la búsqueda, a menudo más que decisiva, de la pole del sábado. Se habla de 60 caballos adicionales, un mundo en la fórmula 1 que pueden cambiarlo todo.