Díter Zafra: Moisés; Juanra (Niza, M. 82), Berto, Nieto, Yeyo; Lema, Curro; Luisja, Mañas, Zurdo (Juanjo, M. 66) (Redondo, M. 69) y Víctor García.

Algeciras: Calleja; Castillo, Vojvoda, Sanjulián, Arturo; Piti, Iván Agustín; Esparza (Sequeiros, M. 73), Jorge Zafra (Mario, M. 80), Arteaga (May, M. 69) y Juan Carlos Rebollo.

Arbitro: Francisco Ramón Hevia Obras (Madrileño). Muy bien. De lo mejor que se ha visto este año. Si acaso, un poco puntilloso antes del partido con líneas, balones, horarios, equipaciones... (3) Amonestó a Berto (41´), Luisja (59´), Yeyo (94´)/, Castillo (40´) y Esparza (67´).

Incidencias: Unos 1.200 aficionados en el Nuevo Estadio. Minuto de silencio por la muerte de la hermana de un jugador del conjunto visitante.

Volvió a sumar un punto el Díter. Esta vez en su estadio, rompiendo una aciaga mini-racha, y ante un rival de los llamados a estar en posiciones de privilegio por mucho que luego sea la misma competición la que dicte inapelable sentencia, el Algeciras. Es cierto que el partido no pasará a la historia por su brillantez ni por sus dosis de calidad, pero no lo es menos que tal y como anda el patio en el grupo, con esas distancias cortas donde un equipo se la juega, un punto es un punto.

Ayer hubo demasiasdo respeto, demasiado miedo a perder sobre el maltrecho césped del Nuevo Estadio de Zafra. El bloque de Rus, tras sus dos derrotas consecutivas en las últimas comparecencias ante su afición con Badajoz y Cartagena como rivales, no quería que se repitiese la historia. El de Jordi Vinyals traía como objetivo prioritario aquello de "la puerta a cero" y lo demás eran argumentos con papeles secundarios. Y con esas premisas...

CONTROL VISITANTE Es evidencia demostrable que quien llevó el control del partido fue el conjunto gaditano. Pero sin profundidad. Gozó de sus ocasiones, las dos más claras un balón al larguero de Sanjulián (m. 48) y un penalti desaprovechado por Piti (m. 78), pero no fue capaz de dar trabajo al encargado del marcador. Lo mismo que el Díter, que también las tuvo aunque con idéntico resultado. La más diáfana, un saque de falta de Víctor García, que obligó a rectificar sobre la marcha a Calleja cuando el balón se colaba (m. 54).

El doble protagonista de ayer en la intencionalidad de unos y otros, bien es verdad que también condicionó el lamentable estado del terreno de juego, fue el centrocuentismo exagerado, con una superpoblación de jugadores en la zona ancha, y el balonazo en largo buscando sorprender. El Algeciras presionó buena parte del choque al Díter en su propio campo y si de algo pecó el dibujo de Rus fue de acularse demasiado en tablas , jugando con fuego a veces. Pero Moisés, genial otra vez, ponía el resto. Eso sí, tras el descanso, el Díter, con Curro atrás de salida y mucho más en referencia cuando las manecillas buscaban el final, se soltó un poco el pelo y buscó con intención la meta algecireña.

Al final reparto de puntos que ninguno de los dos entrenadores dio la impresión de que veían con malos ojos y a esperar tiempos mejores. El Díter, al menos, ya no pierde en casa.