El Forma Cáceres ya respira definitivamente tras conseguir la permanencia matemática. Pese a perder el sábado ante el Ibi (3-8), el empate del Fuentemar Cádiz posibilita que el único representante del fútbol sala extremeño en la segunda categoría tenga nada que temer, tres jornadas antes del final de la competición liguera.

"El objetivo está cumplido. Seguir en la categoría era nuestra primera idea, aunque se había hecho un equipo para hacerlo algo mejor. En ningún momento la meta que nos habíamos propuesto era el ascenso a División de Honor", aseguró ayer Fermín Naranjo, presidente del Forma.

El dirigente del club cacereño añadió que en los próximos días se reunirá con sus colaboradores de la junta directiva para intentar plantear el futuro de la entidad y trazar las líneas maestras para la próxima temporada.

Sin embargo, Naranjo avanzó que "hasta que no concluya la temporada", no entablará una conversación formal con el entrenador del equipo, Gustavo Montero, para hablar de futuro, incluso el suyo propio en Cáceres.

El técnico gallego tiene firmado un año más de contrato, aunque su continuidad está en el aire porque se desconoce el grado de ambición del nuevo proyecto por las limitaciones económicas que se avecinan y que, este año, con un mayor presupuesto, han condicionado el devenir de la temporada, plagada de problemas.