Instinto de supervivencia. Lo que durante el pasado fin de semana dio aliento al Cáceres en su lucha por permanecer en la Liga ACB es lo mismo que espera exhibir hoy (18.30 horas) ante el colista de la competición, el Granada. El partido se presenta fundamental para el futuro, siendo el desplazamiento más sencillo que, en teoría, resta a los verdinegros hasta final de temporada.

En su particular tour de force para salvar el cuello, los jugadores parecen conjurados para obtener un triunfo que confirmaría su definitivo relanzamiento en los dos meses más calientes de competición. La doble victoria frente a Casademont y Caja San Fernando --la segunda de ellas exhibiendo un juego al menos seductor-- ha variado radicalmente la faz de una plantilla que amenazaba con el naufragio hace nada.

Ahora no. Y el viaje, dentro de ese espíritu de redención y resistencia en las circunstancias más adversas --un club en pleno ser o no ser --, puede marcar un antes y un después. Una victoria acompañada de la derrota del Fórum en casa frente al Lucentum otorgaría dos triunfos de ventaja sobre los vallisoletanos, penúltimos. Y el abanico se ampliaría si el Casademont no vence al Caja San Fernando, ya que se habría echado el guante a los gerundenses. Ambos partidos son a las 19.00 horas de hoy.

PIEZAS BASICAS

Todo esto no son más que cábalas que se pueden derribar como un castillo de naipes si el Cáceres no empieza cumpliendo su cometido frente al que se ha mostrado hasta ahora como el peor equipo de la ACB. Los granadinos acaban de cambiar de entrenador --Sergio Valdeolmillos por Antonio Gómez Nieto-- y, pese a sus numerosos refuerzos desde que se inició la campaña --Guardia, Ward...-- no ha conseguido coger el tono.

Más que sobre el rival, de lo que tiene que preocuparse Manolo Hussein es de que sus jugadores mantengan el tono de excelencia que ofrecieron ante el Caja San Fernando, empezando por la personalidad de Ferrán López en la dirección, los números de megacrack de Kevin Thompson y el despegue de jugadores como Joffre Lleal o Hurl Beechum.

El equipo, al completo, no estará solo. Ha viajado un autobús de seguidores para apoyarle en medio de un ambiente poderoso.