Con sus muletas a cuestas y recuperándose bien de su operación de rotura de ligamento cruzado, Kevin caminaba ayer con tranquilidad por el centro de Cáceres. «Me voy a quedar este verano aquí, recuperándome», decía el delantero hispano-argentino.

Pero la afirmación de Kevin va más allá, y además con aires de pretensión de vigencia: «Sí. Independientemente de que consiguiéramos o no el ascenso, el club nos renovó a Mansilla y a mí». El Cacereño, que no hizo en su día oficial la noticia, se asegura así a sus dos primeros jugadores para la temporada. En ambos casos se confía en ellos para volver a subir. «Volveremos con más fuerza. Ahí estaremos», comenta, como siempre con una confianza ilimitada en sí mismo, el máximo goleador del CPC en la temporada en la que no se ha conseguido el objetivo final.

Kevin y Mansilla, como Martins (los tres ya en rehabilitación tras operarse de sus graves lesiones) se lastimaron en el peor momento. En el caso de los dos primeros ni siquiera jugaron un minuto en las dos eliminatorias ante Deportivo B y Beasain. ¿Qué hubiera pasado con ellos en el campo? ¿Hubiera subido en CPC? Nunca se sabrá, en realidad.

Kevin reiteró, como tantas veces, sus ganas de triunfar en Cáceres y en el Cacereño. Aunque quizá no pueda empezar la pretemporada se espera que en septiembre-octubre esté ya listo, y en ello va a poner su empeño.

Mientras tanto, en el club sigue el periodo de reflexión por parte del máximo accionista, Antonio Martínez Doblas, que espera que alguien pueda establecer un diálogo con él para hacer un traspaso de poderes de la entidad. Será complicado, evidentemente, pero él dice que sería lo mejor para el club, pues se encuentra «cansado» al haber cubierto ya una etapa importante de la historia verde.

Hay movimientos, eso sí, tibios, y se espera que en el plazo de una semana se pueda saber algo más concreto sobre la próxima temporada.