A punto de finalizar la temporada liguera y mientras los distintos equipos se juegan sus ascensos y descensos a las diferentes categorías del fútbol nacional, también en el colectivo arbitral es hora de balances, exámenes y reválidas. Las pruebas, ejercicios e informes dictarán sentencia mientras el factor edad adquiere igualmente su cuota de protagonismo.

Por encima de objetivos y posibilidades, lo que es seguro es que tres árbitros adscritos al Comité Territorial Extremeño de Arbitros y militando actualmente en la Tercera División tienen ya plaza para acudir a Madrid en busca de sus ascensos a Segunda División B. El curso tendrá lugar los días 5 y 6 de junio y los tres candidatos que acudirán por parte extremeña son el pacense Miguel Angel Vaquero Agama, el almendralejense José Angel Morillo Cotano y el cacereño Jerónimo Pérez Vidarte. Al menos uno de ellos, podría mejorarse incluso la estadística en el mejor de los casos y elevarse la cuota, militará el próximo año en la División de Bronce del arbitraje nacional.

Situación en Segunda B

Precisamente en esa categoría, los intereses extremeños se reparten luces y sombras pendientes de lo que ocurra con las valoraciones en el epílogo liguero. De esta forma, y según ha podido confirmar EL PERIODICO EXTREMADURA, el mejor situado es el pacense Juan Antonio Méndez Núñez, que estaría en el denominado Grupo I, donde deben estar los candidatos a un hipotético ascenso a Segunda. En zona intermedia, en el llamado Grupo II, aparecería el cacereño Andrés Manuel Ceballos Silva. Por último, y en posiciones más complicadas, formando parte del bloque del que saldrán los descensos (Grupo III), figuran José Angel Santos Caballero y Juan Gabriel Gómez Navarrete.

El doblete de la élite

En cuanto a los dos representantes de las categorías de élite del balompié nacional, hay que significar la consolidación del estandarte del arbitraje extremeño, Fernando Carmona Méndez, en la Primera División y con su escarapela internacional.

Fidel Valle Gil, representante en Segunda, se enfrenta a una disyuntiva radical, o logra el ascenso a Primera, o tiene que dejarlo por la edad.