Como era previsible, Cristophe Lemaitre logró su tercera medalla de oro corriendo la segunda posta para el equipo de relevos 4x100 de Francia. Se convierte así en el atleta más premiado de los campeonatos, el rey del Europeo del 2010, secundado por el británico Mo Farah, autor de un extraordinario doblete al ganar los 10.000 y 5.000 metros

El francés es además la revelación del atletismo europeo, por su juventud y por la superación de una barrera según la cual los atletas blancos estaban condenados a protagonizar papeles secundarios en las pruebas de velocidad. El mítico Valery Borzov, campeón olímpico de 100 metros en Munich-72, pronosticó ayer en Barcelona que Lemaitre podría correr en 9.80 segundos los 100 metros dentro dos años y tener, por tanto, una medalla al alcance en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

La distancia que de momento le separa de atletas como Usaín Bolt es abismal, pero la demostración de competitividad y clase del francés invita al optimismo. Su biotipo longilíneo, como el del astro jamaicano, rompe además el prototipo del velocista sospechosamente musculado. Y representa con acierto el empeño que Francia ha puesto en llevar el atletismo a las escuelas.