Después de saludar al Rey, levantar la copa al cielo y dar varias vueltas al anillo del Martínez Valero, llegó el momento de dedicar el título conseguido a través de la pequeña pantalla "a toda mi familia, a Campillo de Llerena, al pueblo de Almendralejo y a todos mis compañeros del Extremadura del año pasado". David Cortés Caballero se había proclamado campeón de la Copa del Rey con el Real Mallorca.

El jugador formado en las categorías inferiores del Extremadura afrontaba la primera temporada en Primera División después de ser traspasado al equipo balear el padado verano. La temporada ha sido muy positiva en su nuevo club, finalizando con la consecución del primer título para su palmarés. "Soy muy ambicioso por naturaleza y no me conformo con lo conseguido hasta ahora, en lo único que pienso es en seguir trabajando para alcanzar otras metas".

EN SU PUEBLO

Después de las celebraciones oficiales con su club ahora toca el turno para los reconocimientos: ayer en Almendralejo y el domingo en su pueblo natal, Campillo de Llerena.

En el consistorio almendralejense fue recibido por el alcalde de la localidad, José María Ramírez, y el concejal de Deporte, Alonso Ballesteros. El futbolista acudió con su familia y tras recibir las felicitiaciones, el alcalde le entregó una estatuilla con la parroquia de la Purificación.

Cortés, por su parte, obsequió al municipio con la camiseta número 8 que es el que luce en el Mallorca. "Estoy muy feliz con este recibimiento, la verdad es que no lo esperaba, es una muestra más de que se siguen acordando de mí y eso me llena de orgullo".

Cortés espera ahora poder disfrutar de una relajadas vacaciones, ya que los dos veranos anteriores fueron muy movidos por su traspaso.