Mérida - 1: Garavano, Samir, Debris, Jesule, Troyano, Xavi Moro (Machicado, min.81), Chus Bravo, Víctor Bravo (Ismael, min.71), Jandro (Stoeten, min.55), Sabino y Magallanes.

Lanzarote - 1: Miguel, Angel Gil, Francis, Jonathan Torres, Oscar Martín (Ayoze I, min.58), Toñito (Roberto, min.77), Rubén Rodríguez, Oswaldo, Maciot, Vladimir y Derwin.

Goles: 1-0 Magallanes, min.13; 1-1 Oscar Martín, min.46.

Arbitro: Sánchez-Seco Otero. Madrileño. Mal. Amonestó a los locales Xavi Moro, Sabino, Debris y al entrenador Goran Milojevic, y a los visitantes Toñito, Oswaldo y Maciot. Expulsó con roja directa al local Samir en el minuto 40.

Incidencias: Estadio Municipal Romano. 1.200 espectadores. Césped en muy mal estado. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Ana Rueda.

El Mérida adelantó la Noche de Reyes a la mañana de ayer, dándole regalos a todo el mundo. Empezó regalando unos primeros veinte minutos de gran fútbol de toque y posesión sobre una pista de patinaje con barro, que es en lo que se ha convertido el césped del Romano. Terminó regalándole un punto al Lanzarote, pues la relajación y la expulsión de Samir hicieron posible que un equipo que parecía en la primera media hora de una o varias categorías inferiores, acabara el encuentro con la posibilidad de ganarlo.

Lo cierto es que los canarios, además de los reyes emeritenses, también tuvieron a un Papá Noel vestido de árbitro que expulsó a Samir en una jugada absolutamente normal de tarjeta amarilla y cuyo calco ocurrió a favor emeritense en la segunda parte sin ni siquiera cobrar libre directo. Sin embargo, ni el colegiado, que terminó desquiciando a los emeritenses, ni el propio césped deben servir de excusa.

DE MAS A MENOS Los de Milojevic empezaron olvidándose de dónde estaban pisando y desarrollaron un fútbol, por momentos preciosista, a través del cual acumularon dos ocasiones muy claras, en ambas con Jandro como asistente junto a Víctor Bravo y Sabino como fallones. El Lanzarote respondió con un disparo lejano que atajó Garavano, primer susto que a los tres minutos se olvidó pues Magallanes rematando por dos veces dentro del área, ponía el uno a cero tras una buena combinación entre Víctor Bravo y Sabino.

Tras el gol, llegaría un remate desviado de Sabino y a partir de ahí el sopor. Porque el Mérida había levantado el pie y el Lanzarote todavía no había encontrado el pedal para acelerar. Pero como si de un despertar de siesta se tratara, llegó una de las jugadas que marcó el partido, balón largo y forcejeo entre Samir y un delantero del Lanzarote, siendo el defensa romano el último hombre, pero con el balón rodando hacia el banderín de córner. El colegiado pita la falta e interpreta que la jugada era de gol y expulsa al lateral romano cuando faltaban cinco minutos para el descanso.

Hasta el tiempo de asueto no hubo nada reseñable, pero sí al minuto de éste, cuando en una falta lateral, Oscar Martín, más vivo que la defensa peina hacía atrás un balón muy ajustado al palo contrario ante el que nada puede hacer la estirada de Garavano.

SIN REACCION La excelencia del comienzo del encuentro ya se había olvidado y tocaba tener que marcar con uno menos, en un campo impracticable y con un árbitro desquiciante. Sabino fue el primero en tener la oportunidad de adelantar a los suyos, pero falló en el claro mano a mano con Miguel.

Milojevic introdujo a Stoeten en el lateral zurdo y, a pesar de no ser su posición natural, fue el jugador más peligrosos de los romanos con un par de internadas y un centro chut que apunto estuvo de sorprender a Miguel. El propio cancerbero canario salvó a los suyos en el descuento, en un mano a mano con Ismael, diez minutos antes Maciot se aprovechó de una pérdida de Chus Bravo pero mandó el balón al larguero ante la salida de Garavano, que llegó a tocar. Hubiera sido más injusto todavía.