El Cacereño visita el próximo domingo al Lanzarote, un rival que marcó un punto de inflexión en el club verde. En la visita del conjunto canario al Príncipe Felipe, el equipo que por entonces ya dirigía Angel Marcos estaba desahuciado, en el último puesto de la clasificación y con solo dos puntos. La goleada (5-0) fue un bálsamo para la plantilla, que a partir de ese encuentro encadenó una buena racha de resultados --cinco encuentros sin conocer la derrota-- en los siguientes partidos disputados.

Y es que, tras el Lanzarote --rival directo por no descender--, el calendario no será fácil para el Cacereño. Recibirá en casa a Guadalajara y Universidad de Las Palmas y se enfrentará fuera a Alcorcón y Toledo. Los tres primeros equipos están en puesto de ascenso y el castellanomanchego lucha con los verdes por no descender. En la primera vuelta, con ninguno de ellos se perdió, cuatro empates que serían bienvenidos en esta parte de la temporada viendo el nivel de los equipos.

Ante el Lanzarote se espera que el encuentro marque el mismo punto de inflexión que en el partido de ida. Una victoria que daría moral al equipo de cara a los duros encuentros que vienen y, sobretodo, alejaría a seis puntos a unos de los rivales con los que se jugará la supervivencia en Segunda División B. El equipo isleño, que estaba deshauciado en el último puesto de la tabla ha conseguido 19 puntos sobre los últimos 30 posible, por lo que el partido será muy diferente al que se jugó en Cáceres.

Una vuelta

Frente al Oviedo, el técnico Angel Marcos, cumplió una vuelta entera al frente del equipo. En 20 partidos ha conseguido 28 puntos con siete victorias, siete empates y seis derrotas. Unos números, que de repetirlos en esta segunda parte de la temporada asegurarían holgadamente la permanencia. Una salvación que la temporada pasada se consiguió con 39 puntos, solo nueve puntos más de los que tiene en estos momentos el Cacereño, pero parece que esta campaña estará más cara.

En el lado negativo para el equipo verde está que de los doce partidos que restan, siete los jugará lejos de su estadio y solo cinco en el Príncipe Felipe.