Rivera, técnico del Melilla, culpó ayer a técnico, presidente y directivos verdes de la agresión y tachó el comportamiento de éstos de "mafioso". Dijo: "cuando llegué pregunté si podía estar en el sitio en el que me ubicaron y me informaron que sí, que ahí no cerraban la puerta. Después dijeron que ahí no podía estar y me situé tras la valla, desde donde una serie directivos me insultaban", informa Efe.

"Un señor, identificado como jefe de seguridad, me mandó a la grada, donde no hice ningún gesto a nadie. En el descanso, el jefe de seguridad me prohibió entrar a mi vestuario. Le pedí cuatro o cinco veces que me dejara pasar, hasta que un energúmeno, por detrás y sin verlo, me propinó un fuerte golpe en la cabeza, que me hizo perder el conocimiento; cuando lo recuperé ya estaba en el vestuario", aseguró.

Añadió que "los directivos, encabezados por su presidente, me insultaron e increparon. Me dijeron de todo". Rivera culpó a Ismael Díaz. "En Cáceres han estado toda la semana calentando el partido, encabezado por su técnico; me lo han confirmado varios de sus jugadores".