Unos ladrones entraron el pasado domingo por la noche en el chalé que el técnico del Barcelona, Frank Rijkaard, tiene en el barrio barcelonés de Sarrià mientras él y su familia estaban dentro. Los hechos ocurrieron sobre las 23.00 horas, cuando una o varias personas se introdujeron en la casa de Rijkaard --de dos plantas-- escalando por el exterior de la vivienda, de unos seis metros de altura. El matrimonio se encontraba en la parte de abajo de la casa en el momento del asalto, mientras que el hijo estaba en el segundo piso. Sin que la pareja se percatara de lo que sucedía, los ladrones accedieron a la habitación de matrimonio y, en escasos minutos, la desvalijaron. Los delincuentes se apoderaron de una cantidad muy elevada de dinero en metálico, además de numerosas joyas, relojes de lujo y otros objetos. El perro ladró, pero no le hicieron caso. Sólo el niño pudo observar una sombra que salía corriendo del jardín de la vivienda. Cuando Rijkaard subió al dormitorio se dio cuenta de lo sucedido y avisó a la Policía.