Serbia Montenegro: Jevric; Duljaj, Krstajic, Gavrancic, Dragutinovic; Nadj, Nenad Djordjevic (Koroman, m.43), Predrag Djordjevic, D.Stankovic, Milosevic (Zigic, m.46) y Kezman (Ljuboja, m.67).

Holanda: van der Sar; Heitinga, Mathijsen (Boulahrouz, m.86), Ooijer, Gio van Bronckhorst; Van Bommel (Landzaat, m.60), Sneijder, Cocu; Van Persie, Van Nistelrooy (Kuyt, m.69) y Robben.

Gol: 0-1, m.18: Robben.

Arbitro: Markus Merk (ALE). Mostró cartulina amarilla a D.Stankovic (m.34), van Bronckhorst (m.56), Koroman (m.64), Dragutinovic (m.81), Heitinga (m.85) y a Gavrancic (m.90).

Incidencias: Lleno absoluto en el Zentralstadion de Leipzig, que tiene una capacidad oficial para 38.898.

Hay partidos que pasan sin dejar huella, sin nada que recordar, que mueren al poco de nacer, y todo lo que queda es lo que dicta el marcador. Uno de esos partidos amnésicos se vivió ayer en Leipzig, en el duelo entre Holanda y Serbia y Montenegro, dos países que entienden el fútbol de manera muy distinta y que, en cambio, se pusieron de acuerdo en no ofrecer espectáculo.

No todos. Por suerte, siempre hay alguna excepción, una pieza que escapa de tanto aburrimiento, y juega a otra cosa. Ayer, ese papel lo cumplió Arjen Robben. Holanda empezó y acabó en el extremo del Chelsea, autor del gol del triunfo y de casi todo lo que ocurrió en el campo.

EL DIBUJO DEL 74 De la Holanda que hace 32 años cautivó al mundo en el Mundial del 74, en este mismo escenario, aquella naranja mecánica más recordada que el campeón ante el que sucumbió, la Alemania de Beckenbauer, queda muy poco. Pero, por lo menos, Van Basten ha recuperado el dibujo original, el 4-3-3, la esencia del fútbol holandés, que Rijkaard por ejemplo no utilizó en su paso como seleccionador en la Eurocopa (4-4-2) y que, en cambio, ha acabado imponiendo en el Bar§a.

Pero en la Holanda de ayer, hay un desajuste o, mejor, un reajuste. Juega descaradamente inclinada a la izquierda. No es que el campo haga bajada; es que ahí está Robben y, a la hora de elegir una salida, el equipo siempre mira hacia ese lado. Como en el Bar§a con Ronaldinho. Y, ayer, a Robben lo encontraron siempre que le buscaron, justo lo que no fue capaz de hacer Serbia y Montenegro, obligada incluso a cambiarle el marcador con el vano intento de cerrar esa vía de agua, que a los 18 minutos le abrió en canal. Y por el centro, en una rápida acción de tres toques que dejó a Robben con el meta.

Holanda prometió mucho pero, poco a poco, fue desdiciéndose y acabó sin dar un paso al frente. Tampoco lo necesitó, es cierto. Serbia y Montenegro no es nada del otro mundo y, viéndole ayer, refuerza las dudas sobre España, a la que superó en la fase de clasificación y la mandó a la repesca. Un dato. Milosevic y Kezman, los delanteros titulares, fueron sustituidos por absentismo laboral. Ni se les vio. O cambia mucho o es imposible que sobreviva en este grupo de la muerte, con argentinos y holandeses tomando ventaja, y con Costa de Marfil deslumbrando más que nadie.

Con Robben como único animador, Holanda sufrió el mismo efecto que Inglaterra en la víspera. A la misma hora, el mismo calor. Así que fue apagándose. Todos menos Robben, más fresco que la mayoría porque ha estado mucho tiempo parado por las lesiones, un factor que puede tener influencia. Cuando el balón llegaba a sus pies, algo pasaba: un carrera, un regate, un eslálon, ahora hacia dentro, ahora hacia afuera, pero nunca llegó a conectar con Van Nistelrooy.

MAL Venido a menos, el delantero pasó de puntillas por el partido, lejos de sus buenos tiempos. También en el Manchester ha vivido la temporada desconectado y anda buscando una salida, el último retiro, y con ese deseo llamó a la puerta del Bar§a. Pero no se la han abierto. En la comparación con Larsson sale perdiendo. Su sustituto ayer, Kuyt, también ha sonado en el Camp Nou.

La aparición de Zigic, el Crouch de Serbia y Montenegro, un delantero de 2,02 metros, dio más problemas a la defensa holandesa, pero salvo una ocasión de Koroman, un disparo que rechazó Van der Sar --el primer portero con rampas--, no creó más peligro. Y no hubo más. Holanda se sacudió la presión del estreno, como Alemania, como Inglaterra, como Argentina, pero no ofreció mucho más. Sólo Robben.