El delantero del Real Madrid Robson de Souza Robinho, el jugador más joven de la selección brasileña, afirmó ayer que está preparado para asumir las responsabilidades que le asigne el entrenador Carlos Alberto Parreira y ser uno de los líderes de su equipo en el Campeonato del Mundo de Fútbol de Alemania, que comenzará mañana con la disputa del partido inaugural entre el combinado anfitrión y Costa Rica.

"Me he entrenado a fondo, firme y fuerte para ayudar al grupo. Si juego o no, es decisión exclusiva de Parreira", manifestó con convicción el joven punta de 22 años. Robinho aseguró que se encuentra tranquilo pese a la presión psicológica que implica estar en la selección brasileña y aparecer como favorito principal al título.

El exfutbolista del Santos afirmó que su experiencia con el Real Madrid le ha ayudado a conocer el entorno europeo y a evolucionar físicamente. Así, recordó que cuatro años atrás siguió la campaña victoriosa de Brasil en el Mundial en compañía de sus familiares y que hoy le produce gran orgullo jugar al lado de quienes entonces eran sus ídolos.

ROBERTO CARLOS AVISA Por su parte, otro jugador del Real Madrid, Roberto Carlos, declaró que "no será fácil" reconquistar el título de campeón del mundo que ya lograron en la edición del 2002, en Corea y Japón. "Nuestro mayor peligro es pensar que será fácil", afirmó el lateral al explicar que éste es el factor principal que puede conspirar contra el favoritismo de Brasil.

El jugador de 33 años subrayó que este asunto está siendo muy analizado dentro de la convocatoria de Carlos Alberto Perreira, especialmente entre los jugadores con mayor experiencia. Roberto Carlos destacó que el equipo es consciente del peligro que pueden arrojar las jugadas a balón parado y los contragolpes de los rivales en un equipo como el brasileño plagado de futbolistas ofensivos.

El jugador, que en las últimas fechas ha sido relacionado con el Chelsea, también destacó que deben aprender a controlar la ansiedad y que se están esforzando en explicarles a los jóvenes que el Mundial no será ningún camino de rosas.