Robinho, delantero brasileño del Real Madrid, reconoció que no es feliz con Fabio Capello porque "no confía" en su fútbol y admitió su enfado con el director deportivo Pedja Mijatovic, por no desmentir los rumores de que llegaba en mal estado a los entrenamientos.

"Ahora mismo no estoy feliz. No estoy jugando y ningún jugador está feliz así. Lo que tengo que hacer es trabajar para triunfar. Con Capello estoy en el banquillo y miraré en el futuro lo mejor para mí y para el equipo: si es quedarme lo haré con ganas y si me tengo que ir, lo haré", dijo.

Cuestión de gustos"Creo que no le gusto a Capello. Me siento un jugador como los otros pero no juego porque el entrenador no confía en mi fútbol", agregó. "A Capello no le convence mi fútbol porque, si no, estaría jugando. Voy a seguir intentando mostrar mi fútbol, respeto su opinión, es el que decide y sólo puedo trabajar mucho en entrenamientos para cambiar y mostrar que tengo condiciones para jugar como titular en el Real Madrid", manifestó.

Admitió que el trabajo defensivo que le exige el técnico italiano le perjudica, al tener menos frescura en los metros finales. "En el fútbol moderno todos los jugadores tienen que bajar, pero no mucho, porque la calidad que tengo es mejor usarla para hacer mis jugadas", dijo, pidiendo también el regreso de Antonio Cassano a las convocatorias, como hizo Fabio Cannavaro el día anterior. Mientras, Marcelo volvió a los entrenamientos.