Tommy Robredo fue el primer español en ganarse un puesto en los octavos de final del Abierto de Australia. En la pasada madrugada intentaban imitarle Rafael Nadal, Nicolás Almagro y Fernando Verdasco. No pudo hacerlo en cambio David Ferrer, que quedó eliminado. Robredo logró su pase de forma contundente. En sus tres partidos no ha perdido ningún set. Ayer se impuso al jugador taiwanés Yen-Hsun Lu (6-1, 6-3, 6-2), que había sorprendido al eliminar al eliminar al argentino David Nalbandian.

Para Robredo esta es la tercera vez que alcanza la cuarta ronda del torneo donde en el 2007 llegó hasta cuartos. "De momento he hecho la faena que tenía que hacer, pero ahora viene lo complicado. Me gustaría seguir así, me gustaría pasar a cuartos, pero cada vez que pasas una ronda es más complicado. Ahora me toca Roddick y le tengo ganas", valoraba el tenista, que hasta ahora no ha podido ganar al estadounidense en las nueve ocasiones que se han enfrentado.

Ayer Roddick se deshizo sin demasiados problemas del veterano francés Fabrice Santoro (6-3, 6-4, 6-2) que, a sus 37 años, disputó su último Abierto de Australia. Una decisión que también anunció el ruso Marat Safin, 29 años y exnúmero uno mundial, que ayer fue eliminado por Roger Federer (6-3, 6-2 y 7-6).

David Ferrer cayó ante el joven croata Marin Cilic (7-6 (7-5), 6-3, 6-4). El tenista alicantino se estrelló ante una de las futuras estrellas del circuito, que ya el año pasado forzó en el Abierto de Estados Unidos a su compatriota Djokovic a los cinco sets y que este año ha ganado en Chennai. "Ha hecho un gran partido y hay que felicitarle. Cilic lo tiene todo y hay que seguirlo con atención", advirtió Ferrer.

INCIDENTES VIOLENTOS Nuevos choques se produjeron ayer en los aledaños de la Rod Laver Arena entre seguidores serbios y bosnios, que se enfrentaron después del partido entre Novak Djkovic y Amer Delic. Dos personas fueron arrestadas y otras 30 expulsadas de Melbourne Park y una mujer resultó herida al ser alcanzada por una silla. Los enfrentamientos se produjeron cerca de la Rod Laver Arena, donde se formaron dos grupos de aficionados que comenzaron a insultarse, arrojarse sillas, banderas y botellas, y a golpearse.