El suizo Roger Federer regresó a la Rod Laver Arena de forma arrolladora para destrozar al argentino Diego Hartfield, por 6-0, 6-3 y 6-0 y alcanzar la segunda ronda del Abierto de Australia. Después de haberse dado de baja del torneo de exhibición de Kooyong la semana antes debido a un virus estomacal y de especularse con su estado de forma, sin partidos oficiales desde la final de la Copa Masters de Shanghai en diciembre, Federer apabulló a su primer rival en Melbourne para mantenerse en la lucha y aspirar al que sería su 13 torneo del Grand Slam, a solo uno del récord del estadounidense Pete Sampras.

Harfield solo tuvo una ocasión de romper el servicio del jugador suizo, que acabó el partido con su undécimo saque directo. Pero antes Roger había logrado 38 golpes ganadores, y había acabado con solo 14 errores no forzados, ni uno solo en el tercer set, y el doble de puntos ganados que Hartfield, 84 por 42. "No suelo ponerme malo muy a menudo por lo que tuve algo de miedo, pero ahora estoy feliz de volver a jugar", señaló el suizo que compitió vestido con camiseta y pantalón negro, y que ahora se enfrentará con el veterano jugador francés Fabrice Santoro.