El Mérida y Ricardo Fernández Montaño acordaron ayer el finiquito de éste 43 días después de ser destituido, por lo que el nuevo entrenador del conjunto romano , Paco Romea, podrá dirigir a su equipo desde el banquillo el domingo (17.00 horas) en terreno del Villanovense.

El nuevo gerente, Javier Sauras; y el flamante director deportivo, José Lorenzo Jiménez; cerraron el acuerdo con Fernández Montaño en una cordial reunión que tuvo lugar a primera hora de la mañana y que conseguía poner punto y final a uno de los capítulos más vergonzantes de la historia reciente del Mérida.

A partir de ahora, la nueva propiedad, que dice haber comprado toda la deuda que la entidad mantenía con el anterior propietario (algo más de 625.000 euros), tiene otros objetivos sobre la mesa. En primer lugar, condonar la deuda con varios jugadores de la pasada temporada para poder fichar y conceder bajas en el mercado de enero. En segundo lugar, poner al día a la plantilla actual en el cobro de sus nóminas (se les adeuda noviembre y el veinte por ciento de octubre). En tercer lugar, fichar: el objetivo es incorporar un jugador experimentado por línea. Además, incorporar un preparador físico y reestructurar el organigrama de la entidad (el secretario técnico y el segundo entrenador deberán ser recolocados).

TRASPASO DE PODERES A nivel institucional, los nuevos gestores deben convocar en breve una asamblea de socios compromisarios para lograr que éstos aprueben el traspaso de poderes. Mientras, la familia Fouto y varios compromisarios más señalaron a este medio que se opondrán frontalmente a la operación.

En lo deportivo, salvo imprevistos, toda la plantilla del Mérida está disponible para el derbi en Villanueva. Romea recupera a Aloisio, Santi, Cubillas y Rai.