Con el mes de marzo, vuelve el Mundial de Fórmula 1. Con él, los españoles volvemos a engancharnos a las retransmisiones televisivas de Tele-5, con alarde de medios y un comentarista de lujo como Pedro Martínez de la Rosa, todo un descubrimiento como comunicador. La llegada de la F-1 a la vida deportiva del fin de semana añade aún más sombras, indirectamente, sobre la atención que se presta a nuestros más representativos equipos. El fútbol de Primera ya oscurecía al de Segunda B y no digamos desde la Tercera para abajo cuando el Madrid o el Barcelona disputan su compromiso liguero, sea sábado o domingo. Es así de triste, pero también de real. La travesía del desierto de nuestro deporte de clubs, situado en las más mínimas cotas de los últimos 10 años, contribuye a que la atención se ´distraiga´ hacia lo nacional. Por eso, Ronaldinho y Alonso ´venden´ más que Santi Amaro, Troiteiro, Juanpe. Y si bajamos un escalón, no digamos: Ramiro, Méndez...