Tras la eliminación en la Champions ante el Liverpool, la preocupación del Barcelona se centra para el duelo frente al Real Madrid en el brasileño Ronaldinho, quien sufre molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda aunque es probable que juegue mañana. Los que no estarán son Zambrotta y Giuly, ambos suspendidos por un partido tras ser expulsados en Sevilla.

El crack brasileño no sufre ninguna rotura muscular, según informó ayer el club a través de un comunicado después de que el delantero azulgrana se haya sometido a una nueva prueba médica.

En el informe se especifica que al jugador se le practicó una resonancia magnética y una ecografía que han confirmado que no sufre ninguna rotura, aunque no concreta si estará disponible para jugar el próximo sábado ante el Real Madrid.

Ronaldinho seguirá hoy un tratamiento específico de fisioterapia y de trabajo campo para valorar su participación en el partido frente al máximo rival deportivo.

El brasileño tampoco participó en la sesión preparatoria que el Barcelona realizó ayer tras regresar de Liverpool, donde cayó eliminado de la Liga de Campeones pese a ganar 0-1.

Por otro lado, en el entrenamiento de ayer no salían las cuentas. Estaban todos menos uno. Los jugadores del Bar§a se entrenaban en el campo de La Masia, Ronaldinho, con problemas en los isquiotibiales de la pierna izquierda, lo hacía en el gimnasio, y Márquez se fue antes con permiso de Frank Rijkaard. Faltaba uno. ¿Quién? Thiago Motta. ¿El motivo? No se sabía, aunque el hecho de haber desaparecido del equipo titular y de las convocatorias aparece como uno de los posibles motivos de su acto de indisciplina.

MOTTA, ILOCALIZABLE La incertidumbre se prolongó toda la mañana, en la que el jugador estuvo ilocalizable. El móvil, desconectado. Ni una llamada. Sobre las dos de la tarde, el club anunció que Motta se había ausentado del entrenamiento por motivos personales sin dar detalles.

Motta tendrá que dar explicaciones. Faltar a un entrenamiento sin una razón de peso, sin decir absolutamente nada, cuando el equipo acaba de caer en la Champions y se juega la Liga ante el Madrid, es motivo de sanción, aunque puede que todo quede en nada.

El centrocampista ha caído en desgracia. Ha pasado de ser una pieza imprescindible para Rijkaard, que contaba con él para los partidos clave, a no ir ni convocado, en un claro signo de que el técnico ha dejado de confiar en él. Su etapa en el Bar§a parece llegar a su fin.