No falló ni un avión. Ni hubo un contratiempo familiar. La temporada en la que ha habido menos días de vacaciones en el Barça no se produjo ningún retraso en la plantilla. Y eso es noticia porque siempre hubo alguien, durante la era Rijkaard, que llegara tarde en la vuelta al trabajo y se abriera un foco de polémica. Esta vez el regreso estuvo exento de líos, aunque se registraron varias ausencias sobre el césped de La Masia. La más llamativa, al margen de los convocados por Catalunya que jugaron anoche en San Mamés, fue la de Samuel Eto´o.

El camerunés también tenía un partido con su selección. El delantero estaba ayer jugando un amistoso benéfico en Costa de Marfil, el país de Touré Yayá, que sí participó en el entrenamiento del Barça. Etoo no jugó el jueves con Camerún ante Galicia en Vigo, presuntamente porque el club le recomendó que no lo hiciera, pero viajó a Africa para ese compromiso. Rijkaard le espera hoy en la doble sesión de entrenamiento prevista.

CUMPLIDORES Ronaldinho y Deco, que el año pasado llegaron un día más tarde que los demás --Márquez se retrasó unas horas--, se presentaron puntuales a la cita, conscientes de que el horno del Camp Nou no está para bollos. Más apurado de tiempo que el delantero anduvo el centrocampista, que aterrizó en Barcelona apenas dos horas antes de la sesión preparatoria. Fueron los primeros en acabar el entrenamiento, en el que no participaron los cinco catalanes que se enfrentaron a Euskal Herria, Oleguer, que ayer empezó a correr en solitario, y Milito, que sigue un tratamiento preventivo contra la pubalgia. Messi se sometió a una ecografía y estuvo en el gimnasio. Para compensar tanta ausencia, Rijkaard reclutó a tres jóvenes del filial (Busquets, Víctor Sánchez y Valiente), que tal vez tengan su oportunidad en la vuelta a la competición el próximo miércoles ante el Alcoyano.

La comodidad de ese compromiso copero (0-3 en la ida) brinda una gran oportunidad a Henry para reaparecer sin riesgos. También a José Edmilson, después de seis meses de inactividad.