La plantilla del Real Madrid volvió ayer a los entrenamientos con la mente puesta en el encuentro contra el Olympique de Lyon de mañana miércoles, en el que lucharán por la primera plaza del grupo F de la Liga de Campeones, mientras Ronaldo trabajó por su cuenta en el gimnasio. Las caras de los jugadores del conjunto blanco eran de decepción, tras la dolorosa derrota contra el Barcelona el pasado sábado en el Santiago Bernabéu, aunque el calendario no da tregua y todos piensan ya en resarcirse contra el conjunto francés en la competición europea. En la sesión, Vanderlei Luxemburgo, entrenador del conjunto blanco, planificó una sesión de recuperación para los titulares. Gravesen se entrena con normalidad.