Aumenta la tensión en la carrera por presidir el Barcelona. Ayer hubo un cruce de declaraciones entre Sandro Rosell y Joan Laporta. El primero negó que esté encausado por presuntas irregularidades de una de sus empresas en Brasil, mientras que el segundo le llamó mentiroso.

Rosell se mostró ayer muy tenso en una comparecencia ante la prensa y aseguró que presentará una demanda contra Marc Ingla por difundir esas acusaciones. Calificó de "manipulación mediática" que se haya ventilado en la opinión pública este asunto y afirmó que de ninguna forma está encausado, sino que simplemente la fiscalía le ha hecho un requerimiento informativo.

"El tema de Brasil ya lo expliqué. Nunca he sido en mi vida encausado. No estoy encausado. Es más, nunca en mi vida he ido a un juzgado. Lo explicaré por última vez y ya no lo explicaré más: yo tengo en Brasil una empresa (Ailanto) que hizo un contrato con el gobierno de Brasilia y éste cometió unas irregularidades y, por lo tanto, me han hecho un requerimiento informativo. ¡Ya está! Aquí se ha acabado", sentenció.

DURAS AFIRMACIONES Las explicaciones de Rosell no convencen a Laporta, que aseguró que no dice la verdad. "Si dice que no está encausada una empresa suya, entonces miente, porque esa empresa es suya y está implicada en un caso de presunta corrupción por cinco fiscales en Brasil. Vamos mal por ahí. El barcelonismo necesita unas explicaciones ciertas y convincentes; no unas explicaciones basadas otra vez en la mentira", denunció.

Además, en lo que parece una guerra de todos contra Rosell, Jaume Ferrer, otro de los aspirantes a la presidencia culé, lo desafió a mantener un debate ante los medios de comunicación para hablar de sus respectivos programas. Otro de los candidatos, Agustí Benedito, dijo que la tendencia de Rosell es ir cada día a menos en las encuestas.