Ya solo queda pasárselo bien. Valencia será, el próximo fin de semana, la fiesta deseada, la de cada año, la de la despedida, pero nadie se jugará nada. El Gran Premio de Malasia decidió la última corona que restaba por conceder y fue a parar, cómo no, a la poblada, melenuda y graciosa cabellera del italiano Marco Simoncelli, de 21 años, e íntimo amigo de Valentino Rossi. Dicen que, por la noche, el Doctor le rapó al cero. Dicen. Lo cierto es que el rebelde Simoncelli, al que muchos calificaron a lo largo del año como "temerario", ganó ayer el título con una mano, sin presentar batalla a Alvaro Bautista, que venció en Sepang.

NUEVA EXHIBICION DE ROSSI El amigo Marco tenía suficiente con subirse al podio. Acabó tercero y empezó a celebrarlo. Pocos minutos después, Rossi, que acudió raudo al corralito para felicitar a su amigo, dio buena cuenta de Dani Pedrosa, a quien dejó comandar la carrera de MotoGP hasta su ecuador, luego le hizo un interior de izquierdas y se fue hasta la bandera a cuadros.

Todos corrieron con la cabeza y todos acabaron inundados, encharcados, casi ahogados en sudor. Sepang es un martirio, pero tanto el húngaro Gabor Talmacsi, que ya cedió su corona de 125cc hace días al francés Mike di Meglio (Derbi), como Bautista y Rossi, demostraron ser auténticos atletas sobre el asfalto pues no permitieron que nadie, nadie, les tosiera ni les arrebatará tres victorias que se ganaron a pulso.

"Marco es un bravo ragazzo , con un gran corazón y es un auténtico apasionado de las motos", comentó Rossi tras la victoria de su amigo. "Sé que no voy a ser original si digo que estoy en una nube", comentó el nuevo y flamante campeón de dos y medio, "pero, por mucho que sueñes y te imagines estos momentos, es imposible pensarlos tan hermosos y emocionantes".

REY DE REYES Por más relevos que la vida, el Mundial, los equipos, fabriquen para destronar a Rossi, el ocho veces campeón del mundo volvió a demostrar, en unas durísimas condiciones, que es el mejor y que tiene cuerda para rato. Ya nadie se acuerda de Casey Stoner, dañado en una mano; nadie ve en Pedrosa un rival del campeonísimo; Jorge Lorenzo se volvió a caer; Nicky Hayden, campeón del 2006, deja Honda amargado y ficha por Ducati, y Andrea Dovizioso, que logró su primer podio en la categoría reina, contará el próximo año con la mejor Honda para intentar toser al mejor de los mejores.