El tsunami futbolístico, anímico e, incluso, social que ha provocado la eliminación, por vez primera en los últimos 60 años, de la selección italiana de fútbol del Mundial-2018 de Rusia, ha hecho que todo el mundo trate de explicar y, sobre todo, justificar semejante fracaso. Uno de los futbolistas que ha saltado a las primeras páginas de los diarios, no solo italianos sino del mundo entero, por su comportamiento, ha sido Daniele De Rossi, de la Roma, que, cuando fue requerido por el seleccionador italiano, Gian Piero Ventura le dijo: "¡Pero qué dices...que entro yo, tenemos que ganar, no empatar!" Y, sí, al final, saltó al campo y, sí, al final empataron (0-0 ante Suecia) y fueron eliminados en la repesca mundialista.

De Rossi ha querido explicar los motivos de su actitud y lo ha hecho con modestia y, sobre todo, recordan que "la camiseta de Italia es mi segunda piel, así que debería interpretar mal mis palabras y, si alguien se ha sentido ofendido por ellas, pido ahora mismo disculpas".

En busca de la victoria

El jugador de la Roma, 117 veces internacional, campeón del mundo, subcampeón de Europa, oro europeo Sub-21 y bronce olímpico, explicó que cuando el seleccionador le llamó para que saltara al campo lo único que trato de explicar al técnico "es que, en aquel instante, que debíamos de conseguir, al menos, un gol era mejor que saliese Lorenzo (Insigne, goleador del Nápoles) o, incluso, El Shaarawy (compañero suyo en la Roma), porque eran los que podían meter algún gol".