Que el 2-0 de la ida es un gran resultado nadie lo duda. Pero que no es definitivo y que el Racing puede remontarlo, tampoco. Por ese motivo el mensaje lanzado por el Villanovense durante toda la semana ha sido de máxima prudencia. Nadie ha levantado la voz y la euforia ha sido contenida. Y como no podía ser de otra forma, Manolo Sanlúcar abundó ayer en esa idea: «Un gran paso para pasar la eliminatoria es aceptar y entender que podemos quedarnos en el camino».

Sanlúcar se ha esmerado durante los últimos días en dejar muy claro a sus jugadores el gran potencial del Racing, «un equipo muy goleador, que con muy poco te hace una ocasión». Por eso el Villanovense debe ser más que nunca el Villanovense, «no especular» y buscar un gol que, entonces sí, dejaría el pase a la final por el ascenso a Segunda División totalmente sentenciado. «Quiero que tengamos personalidad con el balón y que nuestro objetivo sea hacer gol», reiteró ayer el técnico serón. Un tanto de los extremeños obligaría al Racing a marcar cuatro goles, algo que nadie ha conseguido con el Villanovense esta temporada, al que solo el Granada B le ha metido tres tantos (1-3).

Prudencia vs. esperanza

Si la prudencia ha sido el mensaje serón de la semana, en el bando rival ha sido el de la fe y la esperanza: «Desde el lunes hemos trabajado en una idea: ver y creer que el domingo podemos dar la vuelta a esto», apuntó ayer Ángel Viadero, entrenador del Racing. «Hay que jugar con una fe inquebrantable», reiteró el preparador.

El objetivo del Racing, recordó ayer su entrenador, es «claro: marcar tres goles mínimo», algo que ya consiguió en la primera eliminatoria de la fase de ascenso, cuando le endosó un 3-0 al Rayo Majadahonda, al que ya había ganado 1-3 en la ida. Además, durante la liga regular el conjunto cántabro ha conseguido tres o más goles a favor en su campo en seis ocasiones, a las que hay que sumar otras cuatro a domicilio.

Las aficiones

La afición puede jugar un papel importante, pero Manolo Sanlúcar trata de restar presión a sus jugadores, que también contará con un importante apoyo de los suyos, ya que al menos medio millar de seguidores serones acompañarán a su equipo hasta Santander. «Tenemos un objetivo, que es pasar, y tiene que pesar más que 20.000 personas y que el propio escenario», advirtió ayer el preparador del equipo de Villanueva de la Serena, que solo tiene, «por desgracia», la baja de Tapia.

También tiene muy presente a la hinchada Ángel Viadero. «La afición va a empujar mucho y nos va a dar ese plus de aliento en momentos de fatiga y debilidad», señaló ayer. «El ambiente el domingo es determinante. Es viento a favor para nosotros, pero hay que saber navegar», añadió.

El club cántabro está redoblando sus esfuerzos para que el aliento desde la grada sea el máximo para los suyos. El Sardinero lucirá ambiente de gala -se prevé la mejor entrada del curso- y la entidad local ha preparado un mosaico de 18.000 cartulinas verdiblancas para ser levantadas justo cuando los futbolistas pisen al césped. Será, sin duda, un recibimiento motivador para la plantilla racinguista, aunque los serones también sentirán el calor de su medio millar de seguidores. El Villanovense partirá hoy después del entrenamiento hasta tierras cántabras.