"Estaba muy mentalizado y con muchas ganas", dijo Carlos Moyá, "era una ocasión histórica para mí, sabía que me podía convertir bien en un héroe o en un villano, y afortunadamente jugué muy bien". "Sabía que era una gran oportunidad para mí para hacer algo importante. Me he notado muy bien desde el principio pero era complicado, porque soy consciente de que jugar bien en estas circunstancias", añadió.

"Jugar la final de la Copa Davis es un sueño para mí, quiero conseguirla. Sé que los que vayan lo harán sin nada que perder, con ilusión y a darlo todo", apostilló.