EL DELANTERO ROMANO DURANTE LAS DOS ULTIMAS TEMPORADAS HA SIDO DE LOS MAS ACTIVOS EN LAS NEGOCIACIONES DE LOS ULTIMOS DIAS PARA INTENTAR SALVAR AL EQUIPO Y QUE PUDIERA SEGUIR EN SEGUNDA B

"Decepcionado". Así se declaraba ayer el capitán y máximo goleador del Mérida la pasada temporada, Sabino, que junto al secretario técnico del club, Juan María Pozo, Gudi , han sido los encargados de buscar una solución al problema del Mérida que finalmente no ha llegado.

Desde la semana pasada, Sabino estuvo contactando con sus excompañeros para tratar de convencerlos de que los mejor para todos era retirar las denuncias y posibilitar así que el club siguiera en Segunda B.

"Tenía mucha ilusión en sacar esto adelante y por ello he estado luchando muchos días. Han sido jornadas de mucha batalla y mucha tensión. Para mí es una gran decepción que esto haya acabado tan mal", aseguró Sabino.

Para el delantero, máximo goleador del club romano la última temporada, con lo que han sucedido pierden todos. La entidad, porque su futuro está en el aire; y los jugadores, que solo cobrarán del fondo salarial de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) un siete u ocho por ciento de los que se les adeuda.

"Con la solución que se logró ayer por el lunes de los 200.000 euros que aportaban la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento de Mérida los jugadores nos asegurábamos cobrar al menos la mitad de lo que se nos adeuda. Pero aún así había compañeros que se cerraron en banda y pedían más garantías".

Varios jugadores no cedieron

De los 36 jugadores que tenían puestas denuncias en la AFE por un valor superior a los 400.000 euros, "solo había un grupo de ocho o diez al que no fuimos capaces de convencer", señaló Sabino. El futbolista explicó a continuación que su objetivo no era convencer a sus compañeros, sino informarles de las opciones que tenían. "Les hablé de la propuesta de pagarnos en tres plazos, con un primer pago en octubre que si no se producía siempre tendríamos la opción de volver a denunciar al club en diciembre o a final de temporada, pero esto tampoco convencía a unos cuantos". "Les decía por activa y por pasiva que nuestras opciones de cobrar lo que se nos debía pasaban porque el club continuase en Segunda B, pero ni así. Querían más garantías. Esto ha sido un varapalo muy grande para mí", se justificó Sabino, que espera que el club pueda seguir existiendo porque "tiene una gran afición".

El futbolista, que tenía contrato en vigor con el Mérida, ha obtenido la carta de libertad tras el descenso administrativo del club romano y jugará la próxima temporada con el Benidorm, del grupo III de Segunda B.