La selección española tiene esta noche una cita muy incómoda en Guimaraes. Un amistoso con trampa ante Portugal en un entorno que hace meses no entraba en las previsiones de los federativos ni del seleccionador y sus jugadores habituales. Un encuentro a destiempo a cuatro días de jugarse contra Ucrania en Elche la posibilidad de estar o no en la fase final de la Eurocopa 2004.

Una derrota y un empate a cero ante Grecia e Irlanda del Norte dejaron a España prácticamente abocada a buscarse las habichuelas en una repesca con riesgos multiplicados, si es que no se da un nuevo tropiezo. Sáez daría un riñón para que Grecia se atascara hoy ante Armenia y así lo comentó en varios corrillos en el hotel de concentración en Braga. Lo hizo en el tono relajado que le ha caracterizado desde que se hizo cargo del equipo español. Muy lejos de la angustia que dejó traslucir en la rueda de prensa oficial cuando un periodista portugués le insinuó que puede quedar al borde del despido si no se gana a Ucrania.

"A los que somos deportistas son preguntas que nos resbalan. Me la trae floja mi posible despido, por decirlo vulgarmente. Me importa treinta y tres ese tipo de preguntas. ¿Creeis que si me echan va a ser por perder contra Ucrania? En ese tipo de decisiones influyen muchas cosas más", dijo el técnico vasco.

La formación titular que juegue hoy contra Portugal será la que lo haga también ante Ucrania. Así lo confirmó el seleccionador. En ella estará el atlético Fernando Torres junto a Raúl en el ataque como principal novedad. Reyes tendrá que esperar a la segunda mitad del partido.