Iñaki Sáez, seleccionador nacional de fútbol, manifestó ayer que la derrota del sábado contra Grecia (0-1), en partido de la fase de clasificación para la Eurocopa 2004, es un "toque" de atención para él mismo, jugadores y periodistas.

"Sirve para los jugadores y el propio seleccionador como un toque. No somos los poderosos del grupo en el sentido de que vamos a ganar todo de calle", dijo el técnico vasco.

Además, indicó que "hay épocas del año que hacen pupa" y que "hay que trabajar y pelear mucho para conseguir el logro, que es clasificarse", y apuntó que ha leído y oído en los medios informativos que "esto es un pasacalles, y no es así".

"Todo el mundo podrá decir que Grecia es inferior a España, de acuerdo, pero Grecia en algunos momentos puede ganar a España, como cualquier equipo pequeño puede ganar a un grande. No es tan fácil. Lo que hay que hacer es trabajar día a día y cuando llega el partido ganarlo y punto", indicó.

BUSCANDO SOLUCIONES

Sáez manifestó que tanto él como su grupo de colaboradores vieron cosas en el encuentro ante Grecia que "hay que tratar de resolverlas", aunque volvió a comentar que fue "una derrota inmerecida".

"Durante la primera mitad llevamos el juego, incluso estuvimos jugando bien durante 20 o 25 minutos y tuvimos situaciones de gol que pudimos resolver. Ahí fue donde nos faltó el punch y, por contra, tuvimos un despiste en no salir a atajar aquel tiro, que en las imágenes se ve perfectamente claro, y se le dejó chutar desde una distancia desde no se debe dejar chutar y eso nos puso con el gol en contra", explicó.

"Cuando eso ocurre con un equipo que tiene cierta experiencia y que se atrinchera atrás, se siente fuerte y a medida va pasando el tiempo no vas marcando lógicamente pierdes posibilidades. Ello y que se nos acabó un poquitín la fuerza en bastante gente provocó la derrota", agregó.

Sáez consideró que la paciencia y la tranquilidad que hubiera necesitado España para remontar a Grecia "viene dado un poco por el buen hacer tuyo y el poco acierto del contrario, lo que pasa que el contrario estuvo acertado".

Opinó que España entró por las bandas, pero que la defensa griega sacó todos los centros. En su manera de ver el encuentro de La Romareda, lo que le faltó fue desborde por las alas con escasas excepciones.

"Sí es verdad que a medida que van pasando los minutos y no vas acertando hay gente que se pone un poco más nerviosa de lo normal, y si unes a eso un poco falta de fuerza ahí está la explicación del resultado. En la segunda parte también tuvimos ocasiones. Lo que pasa es que desgraciadamente fueron a las manos del portero", señaló. Para el seleccionador, España tiene mañana la "presión de tener que ganar".